Precisó que eso "no significa despreocuparse de las cosas de este mundo, porque tuvo los pies sobre la tierra, y quizá más contacto con la tierra, porque andaba con los pies descalzos".
Así evocó el cardenal a quien recorrió tantos caminos por el norte de la Argentina y el sur de Bolivia hasta venir caminando en una larga travesía hasta Buenos Aires, donde instaló la Santa Casa de Ejercicios, para acercar a Dios a miles de personas de toda condición social con los ejercicios espirituales de San Ignacio.
El arzobispo señaló que ese es el mensaje que han recogido los fieles, los sacerdotes, las religiosas: "Amor a los pobres, vivir de la Providencia... y supo construir semejante mansión para los ejercicios espirituales".
"Fue una mujer práctica, pero primero Dios", precisó.
"Estamos muy contentos", dijo el cardenal, concluida la celebración. "De una gracia que nos regaló el Papa el pueblo ha hecho una fiesta, una cosa hermosa, con su cultura, con sus chacareras..."
El cardenal hizo este breve comentario, al entrar al predio de la Universidad Católica de Santiago del Estero, donde muchos de los obispos asistentes compartieron un almuerzo antes de volver a sus diócesis. Respondió amablemente así a una consulta de la periodista Elizabeth Avila, de la radio El Tiempo de Dios, que desde hace 28 años funciona en esta ciudad, con especial dedicación al mensaje de la Iglesia. Estaba también allí el enviado especial de AICA para esta beatificación.+
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