El acto consistió en el izamiento de la bandera, el canto del himno nacional argentino, el rezo de una oración en la puerta de la catedral de Resistencia, y la colocación de las ofrendas florales al pie de las imágenes de San Fernando Rey y de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Por la tarde, monseñor Dus presidió la misa.
Acompañado por el párroco, presbítero Alberto Fogar, y unos 400 fieles, monseñor Dus recordó en su homilía que “Dios vive en nuestros ciudadanos. Él es el que promueve la solidaridad entre nosotros, aunque a veces no nos demos cuenta. Es la semilla de amor de Dios que dura siempre”, y agregó que “promueve en nosotros la fraternidad, el deseo del bien, el deseo de verdad, el deseo de justicia. Esa presencia no es fabricada, es necesario descubrirla con humildad, desde el alma”.
El arzobispo señaló que “Dios habita en nuestra ciudad y nos contiene”, aún con desafíos y sufrimientos, que “son para nosotros un motivo para con este Dios, emprender un camino”, indicó. “El mensaje que Dios nos da por San Fernando Rey es construir juntos nuestra sociedad como creyentes, precisamente porque queremos ser discípulos de Jesús”, reflexionó el prelado.
Monseñor Dus se dirigió a los fieles con una pregunta: “¿Cómo, concretamente nosotros, ayudamos a generar en nuestra ciudad, presencia de Dios para tener también nosotros su mirada?”, e indicó que “se hace presente y se evidencia cuando vivimos a la manera que nos enseñó, y esa manera que nos enseñó el Señor Jesús, es crear relaciones fraternas que buscan el bien recíproco”.
Finalizada la misa, se realizó la procesión por las calles que rodean la plaza central, con las imágenes del santo patrono, San Fernando Rey y María Inmaculada. A las 21 se presentó el coro Santa Cecilia y se realizó el gran fogón comunitario.+
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