Aunque el número de cristianos en las zonas de conflicto descendió en los últimos meses, cada vez son más numerosas las familias que necesitan asistencia para sobrevivir. La fundación continuará ayudando a 2.800 familias en Alepo y Al Hasaka que después de más de cinco años de conflicto se enfrentan a todo tipo de sufrimientos.
Las ayudas están especialmente dirigidas a aquellos que tienen niños y a las personas mayores, ya que son los más vulnerables. La vida en Alepo se volvió muy costosa y extremadamente difícil. La gente vive entre el miedo y la ansiedad por el futuro. La cuestión permanente que los ocupa a diario es si salir de la ciudad o quedarse, asumiendo las consecuencias.
Según las cifras de la FAO, más del 75% de los sirios viven hoy en pobreza extrema. En los últimos 18 meses, los precios del combustible se han duplicado. El precio de la harina de trigo se ha incrementado en un 300%, y el del arroz en un 650% desde el comienzo de la crisis.
Otra de las ayudas prometidas para los próximos meses es la financiación de leche y pañales para 650 bebés menores de dos años en Tartús y otros lugares de la diócesis de Latakia. Gracias a las donaciones en los primeros meses de este año, se consiguió ayudar a 200 bebés.
La organización recibió junto a la petición de aumento de la ayuda un mensaje de gratitud de los padres que sentían “que no fueron abandonados por Dios. AIN ha sido la imagen visible del Dios invisible. El alivio de esta ayuda ofrece siempre un impulso moral a las familias en el estancamiento que sufren y puede llevarles a sentir que tener un bebé es una carga en lugar de felicidad y alegría”.
Por otra parte AIN quiere extender la ayuda para pagar el alquiler a familias desplazadas de Alepo, Hama o Idlib que se han asentado en su mayoría en Tartus y Latakia. Con el recrudecimiento de la guerra en Alepo, en apenas varios meses las familias desplazadas que llegan a la diócesis de Latakia pasaron de 100 a 450. También unas 500 familias que encontraron refugio en Damasco solicitaron urgentemente ayuda para pagos de alquiler, tratamientos médicos, ropa, escolarización y comida.
En 2015 AIN ya había enviado un total de 5,6 millones de euros para proyectos de emergencia y ayuda pastoral en Siria.+
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