“Abrir el corazón a la ternura de Dios”, pidió el cardenal Poli en San Ramón Nonato

“Abrir el corazón a la ternura de Dios”, pidió el cardenal Poli en San Ramón Nonato

Buenos Aires (AICA): En el marco de las fiestas patronales en honor de San Ramón Nonato, el cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, celebró la misa en el santuario del barrio porteño de Villa Luro y afirmó: “Cuando la familia pierde la ternura pierde su identidad”.
Durante la fiesta de San Ramón Nonato, en el santuario ubicado en Buenos Aires se desarrollaron diferentes actividades. Desde las 7 y hasta las 22 hubo bendiciones cada media hora a embarazadas, niños y a quienes desean tener hijos. A las 8 se celebró una misa por la vida, y a las 10 el cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina celebró la misa de los Mensajeros de la Vida.

En su homilía, el cardenal Poli invitó a “abrir el corazón a la ternura de Dios”, a través de las puertas de la misericordia, sabiendo que “la debilidad de los hombres, nuestras imbecilidades, aún nuestros pecados los puede Dios, los puede Dios porque se enciende toda su ternura”. “Aunque tu padre y tu madre te abandonen, yo no te abandonaré”, recordó el arzobispo y afirmó que “ahí está la ternura de Dios”.

El prelado aseguró que “a cada uno de nosotros nos va guiando en la vida. Y no porque seamos buenos, no porque nos portemos bien o porque lo merezcamos, sino porque somos la imagen y semejanza de Su mismo ser. Él nos creó a su imagen y semejanza”, y explicó que, a veces, el problema es que “nos cerramos a su ternura, a su comprensión, a su misericordia”.

“La misericordia de Dios es Dios inclinado a nuestras miserias. Eso significa misericordia. El corazón de Dios que se inclina ante su creatura”, explicó el arzobispo, y destacó el papel de “los pequeños”: los pobres, los enfermos, aún los pecadores arrepentidos, los que nada tienen en este mundo, los que todo se lo deben a Dios, o aquellos para los que todo depende de Dios. A ellos, manifestó el cardenal Poli, les habla el Evangelio: “Los pequeños, no los engreídos y orgullosos. No los hinchados, los pequeños”.

El cardenal Poli reflexionó también sobre la familia, donde se expresa la ternura: “La ternura se expresa de muchos modos en el perdón, en la comprensión, en la tolerancia, en el diálogo. La familia solamente es el lugar donde se conoce la ternura, se la comprende. Y no es un concepto, no es solamente una definición en nuestra mente. Es un gesto, es un modo de ser familia. Y cuando la familia pierde la ternura pierde su identidad de familia”, expresó. “Es el lenguaje del amor, son los gestos de amor”, agregó.

“San Ramón es un ideal”, manifestó el arzobispo, y recordó que “la Iglesia Católica es una congregación de pecadores que vamos en camino a la santidad. Y siempre tenemos una oportunidad, porque el cristianismo es una religión de oportunidades. Siempre el Señor nos da una nueva oportunidad. En cada error, en cada caída nos levanta”. Para finalizar, el prelado recordó la invitación del Señor: “Vengan a Mí. Vengan a Mí aquellos que están agobiados. Vengan a Mí, entonces tendrán alivio”.

Durante la tarde se celebraron misas por los obstetras y parteras, por el barrio y por las familias.+

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