Según lo que refiere –en su sitio en internet- el comunicado del departamento sinodal para las relaciones eclesiásticas externas de Patriarcado de Moscú, dicho consenso fue alcanzado, a pesar de que la Iglesia georgiana “se ha manifestado en desacuerdo con algunos párrafos puntuales” del documento.
La declaración de los georgianos está contenida en una nota del comunicado final que fue adoptado por la Sesión plenaria. Una nota al margen a este respecto será incluida en el documento conjunto, que pronto será publicado por la Comisión.
Se trata de una decisión alentadora, tal como subrayaron algunos comentadores, siendo que los ortodoxos no permitieron que el desacuerdo de la Iglesia georgiana impida la adopción del documento.
Los georgianos ortodoxos demostraron cierta propensión a tomar un camino propio incluso en otras temáticas. En el trabajo previo al Concilio pan-ortodoxo de Creta, por ejemplo, fueron los únicos en oponerse al matrimonio entre ortodoxos y no ortodoxos.
La redacción del documento fue iniciada durante la Sesión plenaria anterior de la Comisión, celebrada en Amán en el 2014, y completada por el Comité de coordinación de la Comisión durante la reunión llevada a cabo en el 2015 en Roma.
Los “uniatas”: tema de la próxima Plenaria
En Chieti no se logró llegar a un acuerdo en torno al tema de la próxima Sesión plenaria, en la cual el Patriarcado de Moscú espera que pueda afrontarse la cuestión del “uniatismo” (término despectivo con el cual se hace referencia a los católicos griegos ucranianos con rito oriental, pero que son fieles al Papa). Por lo que se decidió que la elección del tema se hará en la reunión del Comité para la coordinación de la Comisión mixta, que se llevará a cabo en el transcurso del 2017.
En la Plenaria de Chieti, el jefe de la delegación ortodoxa rusa, el ‘ministro de Relaciones Exteriores’ del patriarcado de Moscú, metropolita Hilarion, advirtió de todos modos que la acción de la Iglesia católica griega de Ucrania es “inaceptable desde el punto de vista de la ética cristiana”. Acusó directamente al arzobispo mayor de Kiev, Sviatoslav Shevchuk, cuyas declaraciones anti-rusas, según Moscú, “están en contraste con nuestro diálogo y siembran desconfianza entre ortodoxos y católicos”.
“Debemos ser conscientes –indicó el metropolita Hilarion- que en nuestras Iglesias hay personas que obstaculizan nuestro camino, y debemos recordarnos esto cuando pensamos en el futuro de nuestro diálogo”. El otro miembro de la delegación ortodoxa rusa, el archimandrita Ireneo, subrayó que “será difícil seguir adelante en el diálogo ortodoxo-católico, si continúa sin resolverse la cuestión de las consecuencias eclesiológicas y canónicas del uniatismo”. “El objetivo de nuestro diálogo no es llegar a un acuerdo en cuestiones en las que ya acordamos, sino discutir también sobre aquellos problemas que nos dividen. Y el tema del uniatismo es un problema extremadamente actual, uno de los que son centrales en el segundo milenio”.
Los trabajos de la Sesión Plenaria fueron liderados por el cardenal suizo Kurt Koch, presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, y el arzobispo de Telmessos, monseñor Job Getcha, del patriarcado ecuménico.
La Comisión mixta es el organismo oficial del diálogo teológico entre católicos y ortodoxos, fundado en 1979 tras el Concilio Vaticano II. Reúne en conjunto a las 14 iglesias ortodoxas autocéfalas, cada una representada por dos teólogos que suelen ser obispos, y diversos representantes católicos. +
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