Mons. Santiago adelantó cuáles serán sus prioridades al asumir la diócesis de San Nicolás
“Si las circunstancias me lo permiten, quisiera hacer eso. Tengo que conocer”, sostuvo en declaraciones a AICA, y anticipó que también va a optar por los sacerdotes: “Tengo una propuesta de visita, un día por parroquia, durante tres días en la semana. Saldré yo, no tendrán que venir”.
“La idea es encontrarnos antes que nada, conocernos, compartir la vida, priorizar el encuentro interpersonal. Visitar cada parroquia, a razón de tres por semana, me llevará entre cuatro y cinco meses, más o menos”, precisó.
El prelado confirmó que asumirá su nuevo destino pastoral el viernes 11 de noviembre, dio detalle de los mejores recuerdos que se lleva de su paso por la diócesis de Santo Tomé y, como el papa Francisco, le pidió a los fieles, sacerdotes y religiosos que recen por él.
Al ser consultado sobre qué significa para él ser designado en una diócesis tan mariana y con tantas demostraciones de piedad popular, respondió que su lema episcopal: “Hágase”, expresa “la conciencia de que Dios es el autor principal de la salvación y que el cristiano sólo debe tener la gracia de permitírselo, poniendo a disposición de Él, toda su inteligencia, todo su corazón y toda su actividad. Es por esta actitud que Jesús nos salvó y que María es modelo de la Iglesia, y es por eso que el obispo debe hacer suyo el ‘hágase’ de María.
-¿Cuáles son sus primeras sensaciones ante esta nueva misión pastoral?
-Como es obvio, tengo sentimientos encontrados. Por un lado, valoro la confianza de Dios, de su Iglesia, del papa Francisco, para encomendarme esta nueva misión. Por otro lado, un poco de pena porque después de nueve años y medio me sentía un miembro de la familia correntina de la diócesis de Santo Tomé. Mucho trabajo en la convivencia sacerdotal, en la formación permanente, en un plan diocesano de pastoral que hace cinco años venimos animando con el presbiterio y los laicos, luego de dos asambleas diocesanas, en fin, una linda convivencia y proyectos en marcha: la escuela de diaconado permanente recientemente iniciada; un encuentro para parejas organizado hace apenas un año, la pastoral juvenil y vocacional. Finalmente, un nuevo desafío en una diócesis de otras características a la que tendré que conocer para poder poner mi grano de arena.
-¿Qué significa para usted el ser designado en una diócesis tan mariana y con tantas demostraciones de piedad popular y que su nombramiento sea tan cercano a la fiesta de la Virgen de San Nicolás?
-Mi escudo episcopal tiene una sola palabra: “Hágase”. El sentido está escrito de esta manera: “Hágase” es una actividad pasiva, es disposición del espíritu humano que permite a Dios hacer su voluntad en nosotros. “Hágase”…expresa la conciencia de que Dios es el autor principal de la salvación y que el cristiano sólo debe tener la gracia de permitírselo, poniendo a disposición de Él, toda su inteligencia, todo su corazón y toda su actividad. Es por esta actitud que Jesús nos salvó y que María es modelo de la Iglesia, y es por eso que el obispo debe hacer suyo el “hágase” de María.
El llamado que Dios me hizo al sacerdocio, fue más consciente y más vivo después de una consagración a la Virgen que realicé en mi juventud. Está claro que la Virgen tiene que ver con este nuevo servicio que me pide la Iglesia ¿no?
-¿Para cuándo está prevista la toma de posesión de la diócesis?
-Como dije en la respuesta anterior, asumiré la diócesis el viernes 11 de noviembre en una Eucaristía que se celebrará a las 20. Pensé en un día viernes porque hay sacerdotes y laicos de la diócesis de Santo Tomé que quieren participar y ese día facilita las cosas. También es el día que termina la Asamblea Plenaria de los obispos argentinos, de modo que el que quiera participar no debe realizar un viaje extra.
-¿Que recuerdo se lleva de su paso por Santo Tomé?
-Lo más lindo que me llevo es haber logrado un trabajo de cuerpo con el presbiterio, logrando algo que no es tan fácil y lo considero una gracia. Tanto a las reuniones mensuales de presbiterio como en los retiros anuales, no faltaba ningún sacerdote, salvo causa justificada y eso libremente. Creo que este trabajo de cuerpo dio como resultado una Pastoral de Conjunto, ya que hace seis años que venimos trabajando tres orientaciones diocesanas que surgieron luego de un proceso de planificación que significó capacitarnos para saber hacer un marco de realidad, un marco doctrinal y plasmar acciones pastorales, que se concretaron actividades pastorales. En dos Asambleas Diocesanas que hicimos en dos trienios, optamos por tres orientaciones que surgieron por votación: Familia, formación y sentido de pertenencia. Yo las asumí en una Carta Pastoral y en eso estábamos.
Mensualmente nos reuníamos con los sacerdotes jóvenes en una convivencia de oración, asado al medio día, descanso, partido de fútbol y momento formativo al final del día, con una puesta en común de la vida. A estos encuentros asistían con gusto los sacerdotes jóvenes, no sabemos si por el asado, el partido de fútbol o la oración y la formación, pero asistían….
He trabajado mucho en pastoral juvenil y vocacional, los jóvenes me han dado mucha alegría.
En pocas palabras, hace dos o tres años que vengo disfrutando de esta diócesis y no sé si volveré a vivir una experiencia así.
Y por último, qué les diría a los feligreses de San Nicolás
Que voy a optar por los sacerdotes en primer lugar, tengo una propuesta de visita, un día por parroquia, durante tres días en la semana, saldré yo, no tendrán que venir. La idea es encontrarnos antes que nada, conocernos, compartir la vida, priorizar el encuentro interpersonal. Visitar cada parroquia, a razón de tres por semana, me llevará entre cuatro y cinco meses, más o menos.
La segunda cosa es obvia, como me dijo un sacerdote de experiencia cuando asumí mi primera parroquia: “El primer año escuchá, conocé, no tomés decisiones”. Si las circunstancias me lo permiten, quisiera hacer eso. Tengo que conocer.
A todos los fieles, sacerdotes y religiosos les diría como el papa Francisco: “recen por mí”.+
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