Mons. Malfa alentó al nuevo sacerdote a “ser testigo y ministro de la misericordia de Dios”
El prelado recordó al neopresbítero que “el único camino legítimo para ser pastor es la cruz. Solo en tu entrega sin reservas a Cristo aprenderás a ser para los demás”, y lo instó a “conocer y servir a tus hermanos con el corazón de Jesús, no vincularlos a tu pequeño yo privado, no atarlos a tu persona, sino hacerles sentir el corazón de Jesús y conducirlos al corazón del Señor”.
Tras señalarle la importancia de la Eucaristía para que su ministerio sacerdotal sea “una escuela de vida”, destacó que su sacerdocio nace en el Año de la Misericordia, por lo que “el pastor es llamado a ser testigo y ministro de la misericordia de Dios”.
El obispo le indicó que “el Señor nos pide el servicio a la unidad”, al afirmar que el papa Francisco pide que “la unidad de los que creen y viven en la Iglesia, de los que buscan en ella el camino de la vida y que como piedras vivas ‘caminan, edifican y confiesan a Cristo y su cruz’”.
“Que Dios te conceda cada día el resplandor más puro y más profundo de esta alegría para que ella te siga iluminando siempre hasta que nos acerquemos al altar de la eternidad, en la que Dios mismo podrá ser la alegría de nuestra vida eterna, de nuestra ya interminable juventud”, concluyó.
Juan María Menchacabaso nació en la ciudad bonaerense de Chascomús el 17 de diciembre de 1989 y su vocación tiene origen en la parroquia y en su participación en la Pastoral Juvenil diocesana.
Los estudios eclesiásticos los realizó en el seminario Santo Cura de Ars de Mercedes-Luján.
El padre Menchacabaso ejercerá el ministerio sacerdotal en la parroquia donde ya estaba destinado como diácono, Nuestra Señora de los Dolores, de la ciudad bonaerense de Dolores.+
Texto completo de la homilía
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