El pontífice hizo estas afirmaciones en su encuentro en el palacio presidencial de Tbilisi (Tiflis), capital de Georgia, con el presidente georgiano Giorgi Margvelashvili y otras autoridades del país.
Francisco exhortó a "evitar que las divergencias desemboquen en violencias destinadas a provocar enormes ruinas para el hombre y la sociedad".
"Cualquier distinción de carácter étnico, lingüístico, político o religioso, lejos de ser usada como pretexto para transformar las divergencias en conflictos y los conflictos en interminables tragedias, puede y debe ser para todos surgente de enriquecimiento recíproco en ventaja del bien común", sostuvo.
El pontífice afirmó que mantener las "legítimas diferencias y las controversias -que siempre pueden surgir- en un ámbito de confrontación y diálogo civil es aún más necesario en el presente momento histórico, donde existen extremismos violentos que manipulan y distorsionan principios de naturaleza civil y religiosa para usarlos en oscuros diseños de dominio y de muerte".
Asimismo, instó a empeñarse "para que todos puedan vivir en paz en su propia tierra, pero también tengan ante todo la posibilidad de vivir en paz en su tierra o de regresar libremente si, por cualquier motivo, fue obligado a abandonarla".
"Deseo que los responsables públicos continúen preocupándose por la situación de estas personas, afanándose en la búsqueda de soluciones concretas más allá de las cuestiones políticas no resuelta", subrayó.
Francisco destacó también el progreso y "la consolidación de las instituciones democráticas" de Georgia desde los 25 años desde la proclamación de la independencia.+
Publicar un comentario