El Papa exhortó a no permanecer inactivos ante la escandalosa propagación de la pobreza
El mensaje del pontífice fue presentado por en rueda de prensa en la Oficina de Prensa del Vaticano por el presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, monseñor Rino Fisichella, y el secretario de ese dicasterio, monseñor José Octavio Ruiz Arenas.
"Hoy en día, desafortunadamente, mientras emerge cada vez más la riqueza descarada que se acumula en las manos de unos pocos privilegiados, con frecuencia acompañada de la ilegalidad y la explotación ofensiva de la dignidad humana, escandaliza la propagación de la pobreza en grandes sectores de la sociedad entera", advirtió el pontífice.
"Ante este escenario, no se puede permanecer inactivos, ni tampoco resignados", sostuvo, y agregó: "Conocemos la gran dificultad que surge en el mundo contemporáneo para identificar de forma clara la pobreza".
El Papa consideró que el desafío diario es estar cercar de esas “muchas caras marcadas por el dolor, la marginación, la opresión, la violencia, la tortura y el encarcelamiento, la guerra, la privación de la libertad y de la dignidad, por la ignorancia y el analfabetismo, por la emergencia sanitaria y la falta de trabajo, el tráfico de personas y la esclavitud, el exilio y la miseria, y por la migración forzada".
"La pobreza tiene el rostro de mujeres, hombres y niños explotados por viles intereses, pisoteados por la lógica perversa del poder y el dinero. Qué lista inacabable y cruel nos resulta cuando consideramos la pobreza como fruto de la injusticia social, la miseria moral, la codicia de unos pocos y la indiferencia generalizada", aseveró.
"No pensemos sólo en los pobres como los destinatarios de una buena obra de voluntariado para hacer una vez a la semana, y menos aún de gestos improvisados de buena voluntad para tranquilizar la conciencia", agregó.
Francisco señaló que "estas experiencias, aunque son válidas y útiles para sensibilizarnos acerca de las necesidades de muchos hermanos y de las injusticias que a menudo las provocan, deberían introducirnos a un verdadero encuentro con los pobres y dar lugar a un compartir que se convierta en un estilo de vida".
"Estamos llamados, por lo tanto, a tender la mano a los pobres, a encontrarlos, a mirarlos a los ojos, a abrazarlos, para hacerles sentir el calor del amor que rompe el círculo de soledad", recordó.
El Papa advirtió también sobre "la pobreza que inhibe el espíritu de iniciativa de muchos jóvenes, impidiéndoles encontrar un trabajo; a la pobreza que adormece el sentido de responsabilidad e induce a preferir la delegación y la búsqueda de favoritismos; a la pobreza que envenena las fuentes de la participación y reduce los espacios de la profesionalidad, humillando de este modo el mérito de quien trabaja y produce; a todo esto se debe responder con una nueva visión de la vida y de la sociedad".
Asimismo, expresó su deseo que las comunidades cristianas, en la semana anterior a la Jornada Mundial de los Pobres, que este año será el 19 de noviembre, se “comprometan a organizar diversos momentos de encuentro y de amistad, de solidaridad y de ayuda concreta".
"En ese domingo, si en nuestro vecindario viven pobres que solicitan protección y ayuda, acerquémonos a ellos", pidió.
Francisco instituyó la Jornada Mundial de los Pobres en su carta apostólica Misericordia et misera, de cierre del Año de la Misericordia, y estableció que se celebre cada año el domingo anterior a la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo.+
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