Mons. Castagna: La Transfiguración del Señor tiene su explicación
La prodigiosa transfiguración de su cuerpo y la aparición de dos figuras proféticas emblemáticas de la antigüedad: Moisés y Elías, manifiestan la importancia histórico-salvífica de la Ley y los Profetas. En Cristo se cumplen la Ley y los Profetas. Lo reiterará en diversas ocasiones, recordó.
El prelado explicó que en el texto bíblico proclamado, los testigos de la escena quedan consternados y temerosos. No es para menos. Deslumbrados por la transfiguración, las apariciones de Moisés y de Elías colman su capacidad de asombro, y, como remache, se produce la irrupción del extrovertido Pedro.
La inserción de este inesperado acontecimiento en el contexto de la actividad misionera de Jesús tiene su razón de ser, porque, aseguró, llegarán momentos de gran tribulación, sobre todo cuando la persecución logre su cometido en el arresto, juicio y condena del Señor.
Jesús, con mucha frecuencia, anuncia lo que va a venir, trayendo la memoria de los principales y más lejanos profetas del Pueblo de Israel. Moisés y Elías, y el diálogo no registrado de los mismos, atraen la atención de aquellos discípulos. La rapidez en el cambio de escena produce en ellos una reacción sin palabras, indicó.
Monseñor Castagna señaló que Jesús aprovecha la sorpresa de los tres para obligarles a guardar secreto hasta que acontezca la Resurrección: No hablen a nadie de esta visión, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos. Pero, no todo es silencio en aquel misterioso encuentro: y se oyó una voz que decía desde la nube: Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección: escúchenlo.
A pesar del temor, producido por aquella Voz misteriosa, los tres discípulos (Pedro, Santiago y Juan) comprendieron que Jesús había sido ungido como único Maestro de los hombres. En lo sucesivo su palabra sería definitiva y, lo que viniera de Él, contendría toda la Verdad: Yo soy la Verdad, concluyó.+
Publicar un comentario