Mons. Vázquez en San Cayetano: Nadie puede vivir de verdad sin trabajar
La misa en el templo colmado fue presidida por el obispo de Morón, monseñor Jorge Vázquez, y concelebrada por once sacerdotes de la diócesis, pese a la sorpresa de un inesperado corte de luz.
Es una Iglesia de camino. Fuimos y seguimos siendo posta de los caminantes. Y esto se concreta de un modo único, se actualiza de una manera extraordinaria cuando el pueblo redimido parte en octubre desde aquí al santuario nacional de Luján. Morón vive ese día su más honda identidad, subrayó en la homilía.
El prelado invitó a caminar juntos como portadores de la esperanza asumiendo las esperanzas de nuestro pueblo, y también sus gozos, sus dolores, y sus luchas.
Le suplicamos al Santo del Pan y del Trabajo por el pan, que a nadie le falte el pan de cada día, en esta patria bendita del pan. Y que no falte el trabajo que hace posible que todos tengan pan en la mesa. El trabajo que nos dignifica. Nadie puede vivir de verdad sin trabajar, advirtió.
Además, rogó para que los dirigentes, de todo tipo, un corazón sensible a lo que pasa realmente a la gente.
La patria es la gente; la economía debe estar al servicio de la familia y la gente. La economía no son los números, la economía es la gente concreta. La economía tiene que estar al servicio del ser humano, pidió, y oró también por la fraternidad en el país, y también en Venezuela.
Julio Ocampo de la parroquia de Santos Ángeles Custodios peregrinaba por primera vez a San Cayetano, principalmente a agradecer, porque en su casa, en su familia, hay pan y trabajo.
Beatriz Medina, de Sagrada Familia de Morón Sur, ya participa desde hace varios años en esta peregrinación diocesana, llevando en su corazón las oraciones e intenciones de su familia y de tantos hermanos.+
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