El pontífice había hecho llegar ayer, sábado un mensaje al obispo castrense monseñor Santiago Olivera, en el que asegura su oración por los tripulantes del submarino y envía su aliento y cercanía a los familiares y a las autoridades militares y civiles del país.
Francisco volvió a referirse a la Jornada Mundial de los Pobres y a sus múltiples iniciativas en Roma y en las diócesis de todo el mundo. “Que los pobres estén en el centro de nuestras comunidades no solo en momentos como este, sino siempre; porque ellos están en el corazón del Evangelio, en ellos encontramos a Jesús que nos habla y nos interpela a través de sus sufrimientos y sus necesidades”, auguró, recordando especialmente a las poblaciones que viven una dolorosa pobreza a causa de la guerra y de los conflictos.
Con este motivo el Papa renovó a la comunidad internacional un apremiante llamamiento “a comprometer todo esfuerzo posible” para favorecer la paz, en particular en Oriente Medio. Francisco dirigió un pensamiento especial al “querido pueblo libanés” y sus oraciones por la estabilidad de ese País, “para que -aseguró- pueda continuar siendo un ‘mensaje’ de respeto y convivencia para toda la Región y para el mundo entero”.
En sus palabras el Papa recordó también la reciente beatificación en Detroit del capuchino Francisco Solano, y la Jornada del recuerdo por las víctimas de accidentes de tráfico. El Obispo de Roma alentó “a la prudencia y al respeto de las reglas”.
Finalmente, saludó a los numerosos fieles y peregrinos de Italia y de todo el mundo, especialmente a los de la República Dominicana, y a la comunidad ecuatoriana residente en Roma, que está festejando a la Virgen de El Quinche. +
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