El representante papal consideró que este periodo de su vida fue “una gracia particular del Señor a quien nunca podré expresar adecuadamente mi gratitud por tanta bondad”.
El nuncio les deseó de corazón “la paz del Buen Pastor y, por intercesión del Santo Cura Brochero, de las beatas Crescencia, Mama Antula y Catalina, el don de la fidelidad al Maestro que nos pide salir y anunciar la alegría del Evangelio ‘en todos los lugares, en todas las ocasiones, sin demoras, sin asco y sin miedo’”.
“Me voy con una ‘mochila’ de recuerdos hacia mi nuevo destino y con la certeza de que el Señor nos mantendrá unidos en la oración y misión”, aseguró.
“Aprovechando el privilegio del nuncio, imparto a Usted, a los sacerdotes, diáconos, consagrados y a los fieles todos de su rebaño, la bendición apostólica del Santo Padre Francisco, y lo invito a rezar por Él. Con profunda gratitud me despido de Usted con un cordial abrazo fraterno”, concluyó.
Monseñor Tscherrig, quien había sido designado por el hoy papa emérito Benedicto XVI, dejó la sede de Buenos Aires para asumir sus nuevas funciones de nuncio apostólico en Italia y San Marino.+
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