En su reflexión, sintetizada en las palabras identidad, mesianismo y testimonio, exhortó a descubrir “la identidad verdadera” y a “no creerse el Mesías”, teniendo en claro que somos “anunciadores y testigos de Dios”.
Identidad
Preguntarse sobre la propia identidad es importante “en un mundo tan líquido y superficial, tan ‘light’, propenso al ‘careteo’ y a la falta de convicciones personales profundas”, aseguró el obispo. “Cada uno podrá encontrar aspectos positivos y negativos, algunos más secundarios y otros más estructurales, algunos más simples y otros más complejos. Con la ayuda de la Palabra y de las preguntas a Juan Bautista deberíamos poder responder: este soy yo aquí y ahora”, invitó y agregó: “Vale la pena hacer el diagnóstico y preguntarnos por nuestra identidad a pesar de las complicaciones de fin de año”.Mesianismo
“Juan Bautista tiene bien en claro su identidad: no es el Salvador sino el que dispone los corazones para la venida del Salvador”, recordó. “Muchas veces -continuó- los seres humanos tenemos la tentación de creernos el Mesías. Pensar que nos podemos salvar a nosotros mismos”.“La tentación de la autosuficiencia es muy fuerte en una sociedad tan secularizada que no siempre niega a Dios pero sí muchas veces lo margina. La tentación del súper hombre o la mujer maravilla que no necesitan de un Dios Salvador”, afirmó y añadió: “Esto es el Adviento y la Navidad: celebrar la venida del único Salvador que necesitamos para una vida plena y feliz. El mayor drama de creerse el Mesías radica en la fatalidad de no necesitar un Salvador, prescindir de Dios que viene a salvarnos”.
Testimonio
“¿Soy testimonio de la luz? ¿Lo soy con mis palabras y mis obras?”, llamó a preguntarse monseñor Mestre. “La identidad verdadera se descubre a partir de no creerse el Mesías y teniendo en claro que somos anunciadores y testigos del Mesías”. “Aquí se cierra el factor determinante del verdadero discípulo misionero: ser testimonio de la luz para que todos crean. El gran desafío para los cristianos de nuestro tiempo sigue siendo el mismo de siempre: dar testimonio de Cristo la Luz del mundo”, concluyó.+AICA la hacen y la sostienen sus propios lectores mediante aportes voluntarios. Para enviar su donativo mediante tarjeta de crédito o de débito, transferencia bancaria, Pago Fácil, Rapipago y otras opciones, ingrese en: http://donar.aica.org/
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