A treinta años de la visita de san Juan Pablo II a Chile, un nuevo Papa visitará el país sudamericano del 15 al 18 de enero. Ayer, Francisco encomendó su viaje a la Virgen y partió esta mañana desde Roma.
En el camino, su avión sobrevolará su país natal, la Argentina, y prevé enviar un mensaje a sus compatriotas.
Faltan apenas unas horas para que el papa Francisco arribe a Chile para su visita apostólica de cuatro días al país trasandino, tras la cual emprenderá viaje al Perú.
El pontífice llegará al aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez, en la ciudad de Santiago, alrededor de las 20. Allí se hará la ceremonia de bienvenida por parte de las autoridades de la Conferencia Episcopal Chilena y de la presidenta Michelle Bachelet.
Luego se trasladará a la sede de la nunciatura apostólica, donde residirá durante su estadía.
El martes comenzará su actividad en el Palacio de la Moneda donde se encontrará con la sociedad civil, el cuerpo diplomático y autoridades, entre ellas la presidenta Bachelet y el presidente electo Sebastián Piñera.
A continuación, se trasladará al Parque O'Higgins, donde celebrará la misa ante más de 600 mil personas, según estimó el director regional de la Onemi (Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior), Rodrigo Rojas.
El miércoles 17 Francisco viajará a Temuco, al sur del país, y el jueves a Iquique, en el norte, desde donde seguirá su viaje a Lima, Perú, nación que visitará hasta el 21 de enero.
En Santiago, aunque para algunas personas esta visita parece pasar "desapercibida", se aguarda con intriga y con expectativa sobre si el Papa hablará de la situación de las poblaciones indígenas, la corrupción y los casos de pedofilia.
Se observa, además, un incremento de la presencia de carabineros. Unos 9.000 carabineros se adicionaron a la usual seguridad de la ciudad capital, con motivo de la visita. A pesar de los ataques incendiarios producidos el 12 y el 14 de enero a seis iglesias, desde la organización se aseguró que "el Papa no corre riesgo en Chile".
Desde temprano, quienes participarán de la Eucaristía en el parque O'Higgins, el mismo lugar donde celebró la misa el papa Juan Pablo II en 1987, comenzarán su peregrinación hacia el predio. Entre ellos, se observa la presencia de numerosos argentinos, además de grupos más reducidos de personas provenientes de Bolivia y del Paraguay.
A la visita del Papa en este país se sumó también la habitual migración turística que se efectúa en esta época del año. Por eso, centros comerciales y de comida reforzaron la cantidad de personal.
Algunas calles y accesos también están siendo controlados o cerrados para garantizar que los encuentros con el Papa se realicen de manera pacífica y segura.
Para ingresar a las celebraciones masivas se deberá disponer de unas entradas gratuitas que se obtienen por internet. +
AICA la hacen y la sostienen sus propios lectores mediante aportes voluntarios. Para enviar su donativo mediante tarjeta de crédito o de débito, transferencia bancaria, Pago Fácil, Rapipago y otras opciones, ingrese en: http://donar.aica.org/
Publicar un comentario