Mons. Santiago y el aborto: “Lesiona gravemente los Derechos Humanos”
“El planteo del título de este artículo parecería exagerado. Sin embargo, un médico, el doctor Fernando Secín, así lo planteó en la ponencia que realizó ante el Senado de la Nación, y culminó diciendo: ‘No cuenten con nosotros para matar argentinos’. Es que los médicos saben más que nadie lo que se realiza cuando se concreta un aborto”, recordó en el texto.
“No es un parecer brotado de una coyuntura determinada ni empotrado en tal o cual estructura socioeconómica ni emanado de una religión. El Juramento Hipocrático ya mandaba al médico no aplicar prácticas abortivas; nació hace más de 2.400 años: cuatro siglos antes que a Grecia llegase el cristianismo, dieciséis siglos antes que se instaurasen las corporaciones, veinte siglos antes que naciera el capitalismo y veintitrés centurias antes que el colectivismo. Si eso fue así, es porque la conciencia de que es una desgracia interrumpir el embarazo constituye una constante del espíritu humano desde los albores del pensamiento”, sostuvo.
Tras afirmar que “hay vida desde la concepción” desde el punto de vista médico y desde el ámbito jurídico nacional e internacional, hizo hincapié en “la década de los 70 y la coyuntura actual”.
“En los años 70 se dio en la Argentina una situación muy triste que se denominó: ‘Terrorismo de Estado’, situación condenada y rechazada por todos, al menos en el presente. Esa época, aunque parezca exagerado decirlo, tiene similitudes con la ley del aborto que estamos a punto de aprobar ¿por qué?”, preguntó.
“En 1975, en el Poder Ejecutivo de la República Argentina, durante el gobierno constitucional, se redactan los así llamados ‘decretos de aniquilamiento’, que mandan textualmente: ‘aniquilar a los elementos subversivos’. Hoy, un presidente constitucional abre el debate para que el Congreso de la Nación decida si es legal eliminar una vida humana en el seno materno a través del aborto”, advirtió.
“Quienes vivimos aquella época, sabemos que el aniquilamiento de personas sin juicio previo, se pudo realizar porque existía el consentimiento implícito de no pocos argentinos. Hoy, la ley del aborto tiende a salir con el consentimiento explícito de una buena parte de argentinos y por la intervención activa de Diputados y Senadores que promueven la eliminación, sin juicio previo, de inocentes que en el seno materno no se pueden defender”, añadió.
Monseñor Santiago señaló que “la característica de los delitos de ‘lesa humanidad’ es que no prescriben, por eso la justicia argentina pudo juzgar y dar reclusión perpetua a quienes los cometieron, aún muchos años después de acontecidos los hechos” y completó: “La ley del aborto no sólo no decreta que ese delito, por lesionar gravemente el derecho a la vida, no prescribirá, sino que, mientras exista, seguirá afirmando que no es delito”.
“Aunque soy un obispo, no he argumentado desde afirmaciones dogmático-religiosas. En esta argumentación no se contraponen ‘convicciones religiosas’ y ‘afirmaciones laicas’, lo que se contrapone es lo ‘humano’ y lo ‘inhumano’. Se trata de un tema de ‘derechos humanos’, entre los cuales el ‘derecho a la vida’ es el más fundamental de todos”, explicó.
“En ese contexto, partiendo de las afirmaciones de especialistas en el campo de la medicina y en el campo jurídico, veo una similitud entre la ley, que en el año 1975, mandó ‘aniquilar a los elementos subversivos’ y la ley del aborto que manda ‘aniquilar a una persona en el seno materno’, ambas lesionan gravemente los derechos humanos, ambas son tremendamente inhumanas”, concluyó.+
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