Los 30 firmantes de la comunicación dirigida al Departamento de Estado de los Estados Unidos, entre los cuales están el cardenal Donald William Wuerl, arzobispo de Washington; el monseñor Sarhad Yawsip Jammo, obispo de San Pedro Apóstol y San Diego de los Caldeos en los Estados Unidos y otros líderes religiosos, sostienen que el gobierno no tuvo en cuenta todas las acciones cometidas contra las comunidades cristianas y que tuvieron como objetivo la expulsión sistemática de los cristianos en varias regiones. A causa de las acciones que se dejaron de considerar, el Departamento de Estado "carece de información suficiente sobre la experiencia de las comunidades cristianas" y que sería relevante para determinar que en efecto esas comunidades son víctimas de genocidio.
Una tragedia innegable
La definición del crimen de genocidio citada por los treinta firmantes se basa en la definición de las Naciones Unidas, que clasifica como tal a las acciones cometidas contra un grupo étnico o religioso con la intención de destruirlo totalmente o en parte mediante masacres, torturas o desplazamientos masivos. Una declaración por parte de los Estados Unidos calificando como genocidio la persecución a los cristianos motivaría acciones internacionales más fuertes para detener las atrocidades cometidas en la región. De igual manera, los cristianos recibirían un estatus de prioridad en las solicitudes de asilo por su condición de víctimas.
La Comisión Estadounidense sobre Libertad Religiosa Internacional votó en favor de solicitar al gobierno de los Estados Unidos la designación de las comunidades cristianas, al igual que otras pequeñas minorías religiosas en Medio Oriente, como víctimas de genocidio en particular en Irak y en Siria. El hecho de que a las minorías se les exija un impuesto como una supuesta garantía de su libertad prueba que su condición religiosa sí es tenida en cuenta como base para su persecución y la experiencia de dichas comunidades es que el pago del tributo no les permite practicar abiertamente su religión.
El director de la fundación DeVos Center for Religion and Civil Society, Roger Severino, durante una conferencia sobre la persecución de las minorías religiosas en Medio Oriente, afirmó que dejar de considerar la persecución como genocidio con base en la existencia de un tributo que teóricamente garantizaría la supervivencia de las comunidades, sería legitimar dicha acción.
Los argumentos expuestos por los 30 firmantes de la carta que solicita la declaración de genocidio incluyen las masacres, torturas, esclavitud sexual, secuestros, conversiones forzadas, profanaciones y destrucción de templos, monasterios y otros lugares sagrados. Los firmantes solicitaron la posibilidad de una audiencia con el Secretario de Estado en la que pueden presentar abundantes evidencias de genocidio en contra de los cristianos en dichos territorios.+
This entry passed through the Full-Text RSS service - if this is your content and you're reading it on someone else's site, please read the FAQ at fivefilters.org/content-only/faq.php#publishers.
Publicar un comentario