En su homilía, monseñor Canecín se refirió a la segunda lectura del oficio dominical donde se lee: “Miren como nos amó el Padre. Es por ello que también tenemos que quedarnos admirados y asombrados del amor de Dios Padre para cada uno de nosotros”. El obispo invitó a cada uno a expresar ante el Pesebre de Belén: “me amó y nació por mí”.
“Cuánto crece la valorización de uno mismo, nuestra autoestima, cuando nos damos cuenta de que somos amados por Dios de una manera total y la Navidad es una expresión de amor para cada uno de nosotros”, reflexionó el obispo.
Monseñor Canecin también recomendó que “pensemos en nuestros hermanos y acordémonos de que Dios los amó y nació por cada ser humano”.
Luego, pidió que “apliquemos esto a nuestros hermanos afectados por las inundaciones” al tiempo que reflexionó que “a ellos les va a ser muy difícil aceptar esta verdad porque en estas situaciones algunos, a veces, hasta quieren dudar del amor de Dios”. Por eso, el obispo dijo: "Acerquémonos a nuestros hermanos que están en esta situación difícil y seamos un signo del amor de Dios".
“Qué lindo es expresarnos en este Año Santo de la Misericordia con las obras de misericordia corporales y espirituales, especialmente con las personas inundadas: Recordar siempre las palabras de Jesús: “Estuve inundado y me ayudaste”, dijo el obispo. Porque es “una verdad no teórica sino existencial que tiene que conmovernos hasta las lágrimas”, expresó.
Por último, alentó a “descubrir que somos imagen y semejanza de Dios, por eso, somos familia y somos familieros y eso nos brota de nuestra naturaleza humana” y pidió estar “unidos en oración” para que por medio de la Virgen “Dios tenga misericordia de nosotros”.
Como ofrenda, los goyanos llevaron alimentos no perecederos que serán distribuidos por Cáritas Diocesana.+
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