Mons. Martinez Perea saludó a los docentes en el Día del Profesor Católico
“¡Cómo no valorar el ejercicio de la vocación docente, especialmente en este Año Jubilar de la Misericordia!”, resaltó y señaló que “cada día llevan a cabo una fundamental obra de misericordia como es enseñar, por la que se realizan otras”.
“En efecto –continuó el obispo- al enseñar también se practican: Dar un buen consejo al que lo pide; corregir aI que se equivoca; consolar al triste; llevar con paciencia las debilidades del prójimo. E incluso, ¡Cuántas veces han practicado una obra de misericordia corporal cuando han visto en necesidad a alguno de sus alumnos!”.
El prelado animó a los docentes a “continuar valientemente en la transmisión de la verdad y de la verdad católica”. “En estos tiempos en donde 'todo vale' y reina el relativismo según el cual no existirían ya 'verdades objetivas universalmente válidas' es cuando el maestro y profesor católico debe dar testimonio de Cristo, que es la Verdad”, enfatizó.
“¡No tengan miedo! Pues ‘los hombres podrán cambiar las leyes pero no la naturaleza. Podrán callar muchas voces pero nunca su silencio’”, destacó.
“Gracias por haber seguido esta noble vocación, por la que Cristo Maestro los hace partícipe de su ‘cátedra' en la Iglesia catóIica que ustedes hacen viva en las distintas materias que imparten en sus clases, no sólo con sus palabras sino también con sus actitudes y comportamientos”, expresó el obispo.
Finalmente, monseñor Martínez Perea recordó que no deja de rezar por los docentes y los alentó a que eleven oraciones por sus alumnos y por él. +
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