Mons. Lozano pidió mirar a Venezuela y rezar para que haya diálogo y paz
“Algunos países de la región han intentado infructuosamente colaborar en alternativas de salida democrática, y otros miran con lentes ideológicos narrando paraísos en los cuales los pobres están mejor que nunca”, advirtió.
“Otros piensan que esta es la manera adecuada de gobernar y privilegian el espacio de poder por encima de los derechos humanos o el respeto a la democracia. La realidad que muestran miembros de organismos de ayuda, Iglesias y otros dista mucho del relato oficial”, agregó.
Monseñor Lozano consideró que “hace tiempo que la Iglesia en Venezuela intenta caminos de diálogo sin ser escuchada. Hubo también varios intentos del Vaticano por convocar instancias de diálogo y mediación formal, que han sido públicas”.
“Aunque algún medio de comunicación haya querido ensuciar la figura del Papa titulando que se pronuncia recién después de 145 muertos. Me da pena y vergüenza”, expresó.
Tras detallar las gestiones que se hicieron desde octubre del año, reflexionó: “No podemos desconocer que en este caso --como en otros-- siempre hay reuniones y gestiones que no son públicas, y suponer o imaginar que no se hace nada es desinformación responsable en quienes tienen el deber de informar”.
“Veo reduccionismo en ese periodismo de baja intensidad en la investigación, en recorrer las fuentes, en escuchar y saber esperar el mejor momento para ayudar a construir la paz desde lo informativo”, indicó.
“También debemos reconocer que hay muchos intereses económicos debido a negociados vinculados al narcotráfico y a hechos de corrupción que cualquier pérdida de poder les puede venir en contra de los privilegios obtenidos. Entre los seguidores del oficialismo hay quienes están convencidos de que van por buen camino, no todos son corruptos. Algunos líderes de la oposición tampoco han tenido voluntad de diálogo, o les parece que la estrategia es la violencia”, afirmó.
El arzobispo consideró que “hablar de fracaso de la diplomacia vaticana es casi como suponer que está vez falló ‘la varita mágica’ que en otras oportunidades nos sacó de apuros. Otra vez veo reduccionismo” y citó un mensaje reciente de los obispos venezolanos.
“La solución no será sencilla. Los que tenemos fe, recemos para que los corazones se dispongan al diálogo y a la paz”, concluyó.+
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