Mons. Lugones pidió a los diáconos “cercanía misericordiosa”
En su homilía, monseñor Lugones destacó que “la vocación del diácono permanente es una vocación especial, porque tiene un compromiso tomado con antelación que es el matrimonio; por eso si el diácono permanente no puede sostener a su familia, no podrá servir a los demás”. Y agregó: “La vocación de ustedes se debe en primer lugar a la familia, y luego al servicio del Pueblo de Dios, y especialmente a las pastorales sectoriales, en las cuales queremos implicarnos y seguir alentándolos en esta amplia y ardua tarea que el mundo de hoy nos presenta con sus nuevos desafíos”.
“El diácono, hombre de Dios, atento a la Palabra y a la presencia de Dios en los signos de los tiempos, también reconoce el paso de Dios a través de su pueblo donde va descubriendo la mirada de Jesús en sus hermanos y su presencia en muchos rostros, especialmente, en los rostros de los pobres, sufrientes y descartados”, señaló el obispo.
“La nueva evangelización nos pide la cercanía de caminar junto a los hermanos en la situación que ellos estén, bajo las circunstancias del momento en que se encuentran”, dijo, y aseguró que “no es fácil la vocación del diácono en medio del mundo, pero si es posible asistidos por la Gracia del Espíritu Santo”.
“Este es el testimonio de San Lorenzo, mártir. En la primitiva Iglesia fue diácono, es decir, en griego, un servidor, y mártir, un testigo. Testigo del amor, hoy en día la sociedad no nos muestra testigos del amor, porque el hombre vive, como dice el Papa, un individualismo, pero la Palabra de Dios propone otra cosa”, sostuvo.
La misa por el “Día del Diácono”, en efecto, se celebró en memoria de San Lorenzo, diácono, mártir y patrono de quienes recibieron el sacramento del Orden Sagrado en el grado del diaconado permanente, y cuya fiesta se evocó el 10 de agosto.
Concelebraron la Eucaristía, el obispo auxiliar, monseñor Jorge Torres Carbonell; el vicario general, presbítero Hugo Barrios; y los sacerdotes presentes; asistió un gran número de diáconos permanentes que desempeñan su tarea pastoral en las parroquias.
Durante la celebración se hizo el traspaso de la Cruz de Matará, que estuvo en misión en la diócesis durante toda la semana, a la diócesis de Morón.+
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