La comisión, que se encargará también de brindar acompañamiento pastoral a quienes denuncien haber sufrido este tipo de delitos, será coordinado por la licenciada María Inés Franck y estará integrado por la licenciada María Paula Nesa y el licenciado Pablo Folonier.
El decreto fue firmado por el arzobispo de Paraná, monseñor Juan Alberto Puiggari, y responde al pedido del papa Francisco a las iglesias particulares de manifestar responsabilidad en cuanto a la protección de los menores y adultos vulnerables en la Iglesia.
En declaraciones a FM Corazón, el licenciado Pablo Folonier explicó: “No queremos ser simplemente una respuesta a un problema o actuar por reacción, queremos buscar herramientas positivas a la problemática del abuso sexual en su globalidad, que excede el plano eclesial, es un problema social que no distingue ni clase social o contenidos culturales; donde no parece, hay casos de abuso”.
Con respecto a la tarea específica de la comisión, sus miembros señalaron: “Sin negar la cuota de dolor y lo que sucede dentro de la misma Iglesia y en rigor de verdad, la gran cantidad de abusos, el 80% de ellos, son intrafamiliares. Mirando todo este panorama nos planteamos qué manera tenemos para dar pasos positivos”.
“En segundo lugar, considerando la labor educativa enorme de la arquidiócesis, queremos aplicar la óptica de la prevención. Con un grupo de sacerdotes y laicos desarrollamos un programa de ambiente seguro que busca brindar herramientas para que el docente pueda identificar los indicios físicos o emocionales de un presunto abuso, también un trabajo sobre el perfil de abusador”, describieron.
Por último, la tercera parte “consiste en estrategias de comunicación, es decir, cómo proceder o qué pasa si un niño confiesa ser abusado, cómo reaccionar, qué decir, qué no decir, toda una serie de cuestiones bien prácticas y por último todo el aspecto legal de la denuncia: dónde, cómo y cuándo denunciar. Desde 2013 lo estamos llevando a todas las escuelas de la arquidiócesis. Primero se lo propuso de modo voluntario y, desde este año, monseñor Puiggari ha querido sea una formación obligatoria. Además se ha ampliado a todos aquellos que en su tarea tienen contacto con menores”, sintetizaron, con base en las experiencias de otras conferencias episcopales, como la de los Estados Unidos, que capacitaron a millones de agentes pastorales.
Además brindaron detalles y contaron distintas experiencias en relación al trabajo realizado y por realizar: “Tenemos que promover una cultura del cuidado, por eso es muy importante para la recuperación de la víctima cuando ha pasado sucesos traumáticos. Cómo la comunidad acompaña es fundamental para lograr un proceso de sanación, por eso entendemos nuestra tarea como un espacio de escucha, acompañamiento de forma humana y eclesial, pero también ofrecer o derivar para que puedan entrar en contacto con distintos tipos de profesionales que puedan ayudar a superar del mejor modo posible este tipo de situaciones”.
El deseo de quienes componen la nueva comisión es “que no haya abusos y sobre todo cero abuso en los ámbitos eclesiales. Es algo muy doloroso, vamos a poner nuestra cuota para que esto disminuya, desaparezca. Poder prevenirlos, poder evitarlos, hacer tomar conciencia” dijo Inés Franck.
“Si esto pasa es el producto de cómo está la persona, es porque hay fallas en el crecimiento personal, emocional, madurativo en los abusadores. También fallas institucionales de comunicación, un cierto clericalismo que no ha sido bueno por parte de los sacerdotes que pensaban podían hacer cualquier cosa y clericalismo por parte de las comunidades que les daban a los sacerdotes el status de semidioses, eso no es sano. Por eso es necesario que todos maduremos como comunidad y personalmente porque esto atenta directamente a la evangelización, va directamente en contra del mensaje del Evangelio. Creo que las palabras más duras de Jesús las dice para quien escandalice a un pequeño”, manifestó Folonier en referencia al pasaje que dice: “Ay de aquel que escandalice: Más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojaran al mar”.
“Eso no nos tiene que dejar de interpelar y de alguna manera buscar que esta situación se revierta, por eso es importante de tener este mensaje de cuidado evangélico a la víctima y el cuidado evangélico para todos los miembros de la comunidad, ese sería el punto central de nuestro trabajo”, finalizó.
El correo de contacto con la comisión es info@comisiondeprevencion.com.ar.+
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