Rock y evangelización: El sacerdote que canta en Spotify

Con canciones escritas e interpretadas por el presbítero Federico Lazarte, de la arquidiócesis de Mercedes-Luján, el disco “Mi Verdad”, del grupo Exilio, ya se encuentra disponible en Spotify para ser escuchado en línea y de manera gratuita.

“Mi Verdad” reúne 11 canciones que buscan “evangelizar por medio del arte”. El disco, explica el sacerdote a AICA, “se creó con el objetivo de utilizar la música, las canciones, el rock como un camino de encuentro con Dios”, cree que en su vida personal “fue un camino que Dios eligió para hacerme acercar a la belleza”, y lo considera como un camino para que “a través de esa misma belleza que nos deja la música, con un mensaje lleno de vida, lleno de fe, lleno de esperanza podamos también conocer algo de ese Dios que nos busca, que siempre está cerca de nosotros, que nos ama, que nos tiene paciencia y que no es más ni menos que un intento permanente y cotidiano de conocerlo”.

En 2004, Federico Lazarte ingresó al seminario arquidiocesano Santo Cura de Ars, de Mercedes, provincia de Buenos Aires, para comenzar su formación camino al sacerdocio. La música era parte de su vida desde mucho antes, y en ese momento pensó que sus días como músico habían terminado. Sin embargo, reconoce que durante sus años de seminarista, “Dios quiso mostrarme que eso que había puesto en mi seguía siendo de alguna manera un instrumento para poder también darlo a conocer a Él”.

El sacerdote, que desempeña sus tareas pastorales en la catedral Nuestra Señora de las Mercedes, considera este trabajo discográfico una invitación a una experiencia “de paz y de alegría profunda” por encontrar y dar a conocer a Dios a quienes nos rodean: “La música, las canciones son como un pretexto, otra manera bella de poder acercarnos a Dios y entre nosotros como hermanos”.

Exilio: “Un camino de retorno”
Respecto al nombre del proyecto, el sacerdote explica que “Exilio” hace referencia a un camino: “Entender esta vida como un camino de retorno hacia el Cielo es una manera de entender todo lo que hacemos como un camino de encontrar el verdadero sentido, llegar hasta Dios”, afirma.

“Exilio es como una especie de filosofía de vida, que lo primero que busca es hacernos comprender que el ser humano es un ser creado a imagen y semejanza de Dios, envuelto en un camino comunitario con otros, pero en un mundo que sólo tiene respuestas en una visión trascendental. Entonces la vida en esta Tierra es como aquel peregrino que esta fuera de su país, de su tierra y en algún momento, en el medio de la noche, puede ver a lo lejos algo de esa luz que lo devolverá a su destino verdadero, a su lugar, a su patria, al lugar al cual pertenece”, añade.

El presbítero compara este “camino de vuelta a la casa del Padre”, con la parábola del hijo pródigo: “Después de tanto buscar, encuentra un camino y decide que cada cosa que haga y a cada momento tenga un sentido de regreso a la casa de Dios, de profundización en el amor a Dios”. Cuanto más amamos a Dios, advierte el sacerdote, más podemos amar al prójimo, porque es Dios el que conoce para qué estamos hechos y sólo él es el que alumbra nuestro misterio”. Al hacerlo, asegura, “nos permite conocernos, descubrirnos, asombrarnos, perdonarnos, aceptarnos, y eso es Él: el gran sentido último y verdadero en la vida de cada ser humano, de sus dolores, de sus alegrías, de sus tristezas, de sus incógnitas. Sólo Dios llena el corazón del hombre y sus vacíos”.

El público al que se dirige el trabajo discográfico es amplio: por un lado, está hecho para los amantes de la música. Pero también está dedicado a quienes se dejan sorprender por Dios mediante una frase, un sonido, lo que Él quiera gestar mediante las canciones.

El sacerdote recuerda un testimonio de alguien que atravesaba una lucha espiritual y se topó con la canción “Revíveme”, y con una frase en particular: “Dime Dios, ¿Qué hago en este infierno? Tú eres la vida, vuelve a mí”. En ese momento, la persona sintió que Dios le hablaba a su corazón, al infierno que estaba viviendo, y pudo llorar su dolor y volver a empezar.

En esa historia se ejemplifica uno de los objetivos del disco, acercarse a quienes necesiten encontrarse con Dios. Al incluir el material como una lista de reproducción en Spotify, se intenta dar más oportunidades para que las personas puedan encontrarse fácilmente “con un mensaje “que dé directo en esas necesidades, con la certeza de que tenemos un Dios que nos ama, que nos busca”.

Por otro lado, es una oportunidad para aquellas personas que quieran ocupar sus horas en oración, ya que “hoy en día a la gente por ahí se le hace difícil ocupar tiempo en rezar fuera de sus espacios de vida, entonces la música en un auricular, en la calle, en un trabajo cotidiano, andando en el aire, puede ser vehículo, canal de oración instantánea”, reconoce el sacerdote.

Tiene también el sentido de poder acompañar las horas de las personas, sus situaciones de vida y sobre todas las cosas dejarlo a la providencia de Dios, a que “donde Dios quiera suscitar un corazón que escuche, en cualquier lugar del mundo, pueda recibir este mensaje de salvación”.

Las canciones
“Las canciones hacen un recorrido que va en primer lugar desde un encuentro vivo con Jesús, de entender la fe como una relación permanente con aquel que existe, que está vivo, que nos ama”, asegura el sacerdote. Las canciones, explica, “van mostrando la necesidad que tenemos de Dios y van pasando por distintos relatos”.

Pueblo de Dios: Habla de una humanidad que busca ese Dios porque sólo él es la respuesta a las inquietudes más profundas del corazón humano, y es una búsqueda común, que no se agota nunca. Ya desde la tierra va anticipando lo que será algún día nuestro verdadero destino, que es el Cielo.

Acuérdate de mí: Es la narración de un hecho bíblico donde se muestra la imagen del buen ladrón como aquel que descubre que, al momento de morir, Cristo no va hacia la nada, hacia un sepulcro y nada más, sino que justamente nuestro fin terreno es el posible comienzo de una vida sin fin, la vida de plenitud. Otro recorrido que hacen las canciones es, entonces, la victoria que da la fe sobre la muerte, sobre el mal, sobre el dolor, sobre la angustia.

Revíveme: Es la necesidad que tenemos todo el tiempo de misericordia, lugares abiertos para el perdón, para sanar nuestras heridas que siempre quedan por los errores que tenemos los unos con los otros. A nivel familiar, a nivel hermanos, a nivel amigos, a nivel sociedad. Ese revíveme es un grito del corazón humano de poder encontrar misericordia en esta tierra.

Así como sos: Plantea la necesidad de reconciliación que tenemos con nosotros mismos, de poder amarnos, aceptarnos y perdonarnos tal cual somos porque somos obra, imagen y semejanza de Dios. Estamos llamados a perdonarnos y a darnos siempre una nueva oportunidad.

Sigue: Tiene que ver con esa necesidad que tenemos de no quedarnos nunca, porque la vida avanza y cuando nosotros nos quedamos, caemos en esa tentación de abandonar antes de tiempo. Tenemos que seguir siempre sabiendo que aún en los momentos más difíciles, Dios está.

Estas en mí: Es una canción que relata el descubrimiento que hace el alma humana de la presencia de Dios en el corazón, esa sanación que provoca Dios a la soledad humana, sabiendo que siempre nos acompaña.
Dando amor: Es un canto a la solidaridad, a esas acciones que Dios nos regala de poder estar al servicio de los demás y hace que nosotros en la solidaridad concreta, en el rostro de las personas que nos necesitan y con quienes vivimos, podamos tener también experiencias religiosas del encuentro con Dios.

Cuando uno se anima a amar, a darse, es cuando realmente descubre la verdadera vocación del ser humano.
Mi verdad: Es como un credo personal que grita la existencia de Dios en un mundo que lo busca. Está basada en un cuento muy hermoso que es “Pisadas en la arena” y relata cómo Dios es testigo y compañero fiel de cada paso que damos en la vida, cómo nos va llevando aún en los momentos más difíciles.

A tu encuentro: Es centrarse en la noche de la última cena de Jesús y cómo en el momento más crucial de su propia vida entrega todo. Es también un llamado a los seres humanos a no tener miedo al final, a la muerte, porque Dios nos ha hecho para trascender y si Él ha venido a la tierra para anticiparnos que nuestro destino es el Cielo, sabemos que podemos entregarnos con confianza a los demás, sabemos que la muerte será un paso: Como del vientre materno a esta tierra, y de esta tierra hasta el Cielo.

Madre de la vida: Es una consagración de todo el disco a la Virgen como Madre nuestra, Madre de la humanidad, a quien le encomendamos también este trabajo musical.

Evangelización y caridad

“Todo lo que hacemos con la música genera siempre mucho movimiento”, explica el presbítero Lazarte, porque siempre el ‘pacto’ con Dios es que todo lo que genere tenga por objetivo la evangelización, y todo lo que se obtenga de cada show esté destinado a la caridad. “Todos los discos que se vendieron tuvieron como fin colaborar con misiones y en todos los shows que hicimos, sus entradas consistieron en alimentos no perecederos que hemos destinado para Cáritas, así que es una alegría que Exilio y ‘Mi verdad’ sean un camino que esté siempre al servicio de la evangelización y de la caridad”, concluye.+

"Mi Verdad" se puede escuchar haciendo clic aquí.

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