Mons. Franzini agradeció el afecto y la oración de la comunidad
El arzobispo inicia hoy su internación domiciliaria en la Abadía de Santa Escolástica, en Victoria, Buenos Aires, donde las monjas benedictinas lo hospedarán. Luego de algunas semanas de recuperación, comenzará en Mendoza su tratamiento oncológico.
En su videomensaje, el prelado se dirige a amigos, familiares, y especialmente a las comunidades de las diócesis de San Isidro, de Rafaela y de Mendoza, gente que en estos días me han conmovido con sus saludos, con su afecto, con su cercanía, con su oración, manifestó.
En estas circunstancias uno siente especialmente que el amor de Dios tiene rostros, tiene historias, tiene vidas compartidas que se hacen especialmente fuertes, expresó el arzobispo, y contó que está curándose lentamente de una operación que fue exitosa, como también los resultados.
Estoy con mucha paz, dándole gracias a Dios por el don de la vida, una vida plena, feliz, una vida llena de consuelo, gratificaciones, en la que no han faltado dolores, lo cual me hace solidario de la condición humana, de todos ustedes y de tanta gente que sufre, una vida en la que he querido vivir para el Señor y servirlo en su Iglesia y a pesar de mis limitaciones, mis pecados, mis miserias, he intentado vivir con total hondura, por eso es que en estas circunstancias uno se pone ante Dios y agradece, ante todo, tantas cosas buenas recibidas, y en esto cada uno de ustedes ocupa un lugar importante, afirmó monseñor Franzini.
Quiero pedirles que sigan rezando para que siga siendo firme en la fe, en la esperanza, que de esta circunstancia hagamos todos una hermosa ocasión para lo que es realmente importante en la vida: vivir para amar a Dios, vivir para amarnos entre nosotros, construir juntos puentes de comunión, de encuentro, añadió.
En estos días en que he experimentado tan fuertemente el cariño de todos ustedes, me convencen de que es posible el amor y la vida en comunión, concluyó.+
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