El obispo diocesano, monseñor Luis Urbanc, celebró varias misas con distintos grupos de la comunidad. El jueves 1 de diciembre participaron de la Eucaristía y rindieron su homenaje los comunicadores sociales. La misa fue concelebrada por el vicario general de la diócesis, presbítero Julio Quiroga; el delegado episcopal de la Pastoral Familiar, presbítero Eduardo López Márquez, y el capellán del santuario mariano, presbítero Lucas Segura.
“El Señor y la Virgen del Valle bendigan e iluminen a los numerosos, generosos, cualificados y entusiastas operadores de los medios televisivos, gráficos, digitales y radiales”, pidió monseñor Urbanc en la homilía y llamó a “volver una y otra vez hacia la virtud teologal de la esperanza, que nos sostiene y lanza siempre hacia la meta en medio de los avatares de la vida”.
“No nos debemos permitir bajar los brazos, sino resistir, perseverar y renovar el compromiso de seguir fielmente la voz del Maestro, porque por ser la comunidad de los redimidos tenemos que saber que la defensa oportuna, los argumentos aclaratorios y denunciantes, siempre vendrán -no de nuestros talentos- sino de la fuerza del Espíritu Santo que no permitirá que sucumbamos en la lucha”, añadió. (Ver homilía completa).
Honras del ámbito de la salud
Al día siguiente, jueves 30 de noviembre, fiesta de San Andrés, participaron de la novena fieles del ámbito de la salud. Arribaron al santuario en procesión con las imágenes de la Virgen que veneran en sus respectivos lugares de trabajo y compartieron la misa concelebrada por el responsable diocesano de la Pastoral de la Salud, presbítero Antonio Bulacio, y el capellán de la basílica, presbítero Lucas Segura.
En la homilía, el obispo de Catamarca les agradeció la tarea que realizan en los hospitales, clínicas, centros de atención primaria, laboratorios, círculos de profesionales, geriátricos, casas de recuperación y en los domicilios. Destacó la respuesta de San Andrés al llamado del Señor y manifestó: “Jesús también hoy sigue llamando. Como hace dos mil años, a algunos les pide que cambien de oficio, a otros, que sigan en el que están, pero de otra manera”.
“Escuchar a Jesús y responderle es un ejercicio que no se hace de una vez para siempre, sino que se repite una y otra vez a lo largo de la vida. Esto es ser discípulos-misioneros como María”, expresó y llamó a transmitir a Cristo, que vive en nosotros. (Ver homilía completa).
Homenaje de la gobernadora y de los intendentes
El tercer día, viernes 1 de diciembre, rindieron tributo a la Virgen del Valle la gobernadora Lucía Corpacci y el intendente Raúl Jalil, junto con miembros de sus respectivos gabinetes. La misa presidida por monseñor Urbanc fue concelebrada por sacerdotes del clero diocesano.
En la homilía, el obispo oró por los gobernantes “para que la Madre celestial los siga acompañando, protegiendo y fortaleciendo para que cada vez con más competencia, sabiduría, abnegación y amor estén al servicio del pueblo que les ha confiado la noble misión de gobernar”.
El prelado animó a cuestionarse “qué realidades descubrimos a nuestro alrededor que favorecen que crezca la verdad, el amor, la justicia, la paz, la fraternidad y la vida”, y llamó a “que indaguemos qué signos del Reino de Dios encontramos en nuestro corazón para cuidarlos y hacerlos crecer y fructificar”. (Ver homilía completa).
Consagrados y catequistas
En la mañana del sábado 2 de diciembre, los consagrados de las distintas comunidades que trabajan en la diócesis visitaron a la Virgen del Valle para honrarla. Participaron de una misa presidida por el presbítero Bernardo Canal Feijoo. Asimismo, alrededor de trescientos catequistas compartieron un taller. Estuvo a cargo del catequista y cantante rosarino, Ariel Glaser, que brindó recomendaciones pedagógicas sobre el uso de los cuentos en la catequesis, entre otros consejos.
Adviento, tiempo oportuno para los jóvenes
Por la noche, rindieron su homenaje los jóvenes junto con Ariel Glaser, que brindó un recital luego de la misa celebrada por monseñor Urbanc en la catedral.
Dando inicio al tiempo del Adviento, el prelado explicó que este tiempo litúrgico “nos invita a esperar la venida definitiva del Señor al fin de los tiempos y a prepararnos para celebrar su primera venida al nacer en Belén con el gozo de saber que Él viene permanentemente a nuestros corazones”.
“El tiempo litúrgico de Adviento –continuó monseñor Urbanc- es un mes muy oportuno para ustedes, los jóvenes, ya que nos propone considerar a la vez el pasado, el presente y el futuro como elementos inseparables para interpretar la realidad: de dónde venimos, quiénes somos y a dónde vamos”.
“Queridos jóvenes, el Señor de la vida y de la historia viene a su encuentro, abran los ojos del corazón para reconocerlo y acogerlo como único tesoro por el que vale la pena todo sacrificio, renuncia y lucha. No pierdan el tiempo, porque no tendrán una segunda vuelta u oportunidad”, agregó. (Ver la homilía completa).
Los servidores y colaboradores del santuario también honraron a su Madre
El domingo 3 de diciembre, los servidores y colaboradores del santuario tuvieron su momento de especial junto a la Madre Morena del Valle.
La misa fue presidida por el rector de la catedral, presbítero José Antonio Díaz, que reflexionó en su homilía sobre el Adviento, “tiempo de esperanza y vigilante espera en el Señor preparándonos para la Navidad”. “Iniciamos este tiempo de Adviento conscientes de nuestro pecado, de nuestra necesidad de salvación, pero también de que Dios se ha hecho hombre y nos ha abierto un camino de amor, de fraternidad, de solidaridad y de compromiso concreto con la necesidad de su pueblo”, dijo.
Lamentó que “la Navidad perdió contenido justamente porque ya no esperamos la salvación, lo que esperamos son las fiestas de fin de año despojadas de todo sentido religioso”. Frente a esta realidad, aseveró que “el Adviento es una invitación a recuperar el profundo sentido de fe de la Navidad”.
“Y a nosotros –continuó- se nos invita a los pies de Nuestra Madre a pensar cómo debemos vivir este tiempo, que es corto, pero es un tiempo para recuperar la comunión con aquellos con quienes tal vez nos hemos distanciado, es tiempo de reconciliación, de hacer lo que Jesús ha hecho, que es aproximarnos, lo cual significa romper ese muro que hemos levantado con algunos hermanos y acercarnos, darles la mano, pedir perdón”. “Si esto sucede, la Navidad será la fiesta del encuentro con Dios y con los hermanos, no de la embriaguez ni del vacío”, añadió.
Mejorar la sociedad depende de la educación de los niños
También en el quinto día de la novena en honor a la Virgen del Valle, domingo 3 de diciembre, rindieron su homenaje los niños y quienes trabajan pastoralmente con ellos.
Durante la celebración eucarística, fueron presentados los “Niditos de oración” del movimiento Armada Blanca, que tiene como objetivo principal el cuidado espiritual de los niños por medio de la consagración a Dios en María y que trabaja en defensa de la vida y por la evangelización misionera. Se bendijeron rosarios y se realizó la consagración de los niños a la Virgen.
Monseñor Urbanc aseguró: “Cuánta alegría le dan a la Virgen María por haber venido a estar con Ella a agradecerle y pedirle, a cantarle y a decirle que la quieren mucho y que no pueden vivir sin estar con Ella, de sentirla muy cerquita de sus corazones y de sus familias”.
“No les quepa la menor duda que los cambios sustanciales que soñamos para la mejora de nuestra sociedad dependen de cuanto invertimos en el cuidado y educación de nuestros niños. Los adultos debemos brindar no sólo calidad de tiempo, sino mucho tiempo desde la concepción de una nueva vida humana hasta bien entrada la etapa juvenil. ¡Y siempre tendrá sabor a poco! No escatimemos esfuerzos, pues todo mejorará los resultados”, animó. (Ver homilía completa).
En la mañana de hoy, lunes 4 de diciembre, le rindieron homenaje a la Virgen el miembros de la Justicia, abogados, escribanos, procuradores y afines, y empleados estatales. Por la tarde, harán lo propio miembros del ámbito del transporte y comunicaciones, del deporte y empleados de Comercio. +
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