La jornada se inició con la oración, “Familia que reza unida, permanece unida” y se rezaron Laudes mientras se hacía adoración al Santísimo Sacramento. Luego los sacerdotes Pablo Sánchez, párroco de Santa Rosa de Lima, y Armando Raffo SJ, junto al diácono José Manuel Echavarría, dieron la bienvenida al encuentro y presentaron el tema, haciendo memoria del camino que lleva recorrido la arquidiócesis.
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Seguidamente, los participantes se reunieron en grupos de trabajo, por decanato, para reforzar la identidad de las comunidades. La multiplicidad de dones y carismas, mostró la unidad en la diversidad de realidades sociales, geográficas, pastorales, niveles y sectores de la Iglesia. Los grupos compartieron experiencias significativas sobre la dimensión misionera “del bautizado” en la vida cotidiana y “de la comunidad” en sus actividades pastorales.
Luego los jóvenes y niños de la Infancia y Adolescencia Misionera y de la Acción Católica, protagonizaron un momento con dinámicas y reflexiones, donde presentaron su misión de "bautizados" y "enviados" al transmitir el amor de Dios.
Por la tarde, se presentaron a la comunidad tres experiencias significativas de misión que se llevan adelante en la arquidiócesis: el grupo “Unidos en Cristo” de la parroquia Jesús Misericordioso que forma parte de la Pastoral de Adicciones pensada para los jóvenes y sus familias; “Buen Samaritano”, que desarrolla sus actividades en la catedral, San Francisco y Jesús Nazareno con los hermanos en situación de calle; y Grávida y Proyecto Raquel, un servicio voluntario de ayuda a la vida naciente y a la maternidad para ofrecer acompañamiento a toda embarazada en dificultad y evitar el aborto.
El encuentro concluyó con la celebración eucarística que fue presidida por el vicario general, presbítero José Billordo y concelebrada por más de treinta sacerdotes. El arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFMCap, se hizo presente a través de un mensaje en el que expresó “Espero que nuestra tierna madre de Itatí nos alcance la gracia de reencontrarnos pronto”.
“¡Qué dicha es saber de dónde vengo, a quién pertenezco, y hacia dónde voy! Quien descubre esto, también sabe qué hacer y cómo tiene que vivir. Nuestros padres y abuelos lo sabían, por eso lo primero que hacían con sus criaturas era bautizarlas. Y después eran ellos los primeros que introducían a sus hijos a la práctica de la fe, que luego la Iglesia completaba con la preparación a la comunión y la confirmación”.
Monseñor Stanovnik agradeció a la comunidad “por la fidelidad y el fervor misionero de tantos sacerdotes, diáconos permanentes, personas consagradas, seminaristas, catequistas, grupos y familias misioneras”. Y finalmente, señaló: “Junto a la Cruz y la Virgen, gozosamente unido a todos ustedes por la gracia del bautismo, y por el profundo afecto que les tengo como Pastor, les pido que supliquemos a los pies de nuestra Tierna Madre de Itatí, que ella nos alcance una fuerte pasión misionera, y nos acompañe y consuele en el camino que nos lleva al cielo”.+
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