El prelado puntualizó que la Junta Médica fue positiva al considerar su milagro ocurrido por la intercesión de la religiosa en Tucumán.
Monseñor Olivera estimó que de continuar favorablemente el proceso de beatificación –aprobación del presunto milagro por los teólogos, luego los cardenales y la posterior firma del Papa- la Madre Catalina Rodríguez puede ser beatificada en 2017.
El milagro en Tucumán por su intercesión
El milagro aprobado tiene que ver con la curación de una mujer que sanó de una fuerte afección cardíaca sin explicación científica. La mujer es tucumana y continúa con vida.
La curación ocurrió hace 19 años, y se trata de la madre de una empleada del colegio de las Esclavas en Tucumán.
“Es una gracia para todos los argentinos”, dijo la hermana Silvia Fiorentino, madre superiora de las Esclavas, en declaraciones a Radio María.
Esposa, viuda y luego se vistió con el hábito
Josefa Saturnina Rodríguez -luego Madre Catalina de María- nació en Córdoba el 27 de noviembre de 1823. Cuando tenía tres años perdió a su madre y a los 9 a su padre. Estos hechos fueron determinantes en su vida, ya que su educación quedó a cargo de sus tías Luisa e Ignacia Orduña, de profunda fe religiosa.
Su vocación despertó alrededor de 1840. Pero no pudo cumplir con su vocación debido a palabras de su confesor que inciden en su pensamiento; la impulsó a contraer matrimonio con el coronel Manuel Antonio de Zavalía, viudo, padre de dos niños. En los trece años que duró su matrimonio fue modelo de esposa y madre. Así, cuando en 1865 murió su esposo, quedó libre para concretar su primera vocación, que se despertó con mayor vehemencia.
Pero para llegar a este sueño dorado, pasaron siete largos años llenos de obstáculos y luchas que impedían su realización. Finalmente el 29 de septiembre de 1872 fundó en Córdoba el instituto de las Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús (Esclavas Argentinas), dedicado a la educación y promoción de la mujer y atención de casas de ejercicios espirituales.
La Madre Catalina fue una mujer cordobesa de su tiempo que buscó vivir la plenitud del amor a Dios y al prójimo como laica, como madre y como religiosa.
En 1877, invitada por el padre José Gabriel Brochero, el “Cura Brochero”, se instaló en Villa del Tránsito (Córdoba), y ambos tuvieron una fecunda misión en la Iglesia de fines del siglo XIX, sobre todo en la evangelización de las sierras cordobesas y la difusión de los ejercicios espirituales.
La religiosa murió el 5 de abril de 1896, en el atardecer de un domingo de Pascua, y fue declarada venerable el 17 de diciembre de 1997 por el papa Juan Pablo II, hoy santo.+
Publicar un comentario