Asimismo, pidió al Señor por los fallecidos y prometió recordarlos durante la celebración de la misa.
“Queridas familias del Puerto de Mar del Plata: El trabajo trae alegrías y también fatiga y riesgos. La tarea de los hombres de mar, vital y fecunda para la sociedad, es también arriesgada y temible”, lamentó.
Y continuó: “Hoy sigue causando tristeza y desconsuelo a toda la comunidad portuaria, en particular a familiares y amigos de quienes ayer dejaron sus vidas en él, tras el hundimiento del buque pesquero San Antonino”.
“Les hago llegar mis sinceras condolencias y por todos ellos va mi plegaria al Señor, y mi recuerdo en la celebración de la misa. Que la esperanza cristiana ilumine el misterio de la muerte de nuestros seres queridos y que el Señor Jesús, enjuague las lágrimas de los que en Él esperan”, concluyó el prelado.+
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