“La mediación entre la Argentina y Chile en el conflicto del Beagle, es un modelo de cómo la paz se puede lograr si hay voluntad política”, subrayó monseñor Gallagher y recordó la imagen del Cristo Redentor en la frontera andina de los dos países y la frase que tiene a sus pies, señalando que se romperán estas montañas antes que los argentinos y chilenos rompan la paz. Señaló también que ser constructores de puentes y promotores de paz es una responsabilidad de cada uno.
Monseñor Gallagher concluyó la homilía deseando que la Virgen santísima patrona de los pueblos de América los conduzca por las sendas de paz”.
La misa organizada por las embajadas de la Argentina y Chile ante la Santa Sede, fue concelebrada por el cardenal chileno Ricardo Ezzati, monseñor Claudio María Celli, los obispos chilenos que están en Roma, en visita ad Límina, y los sacerdotes del Colegio Sacerdotal argentino.
Participaron de la Eucaristía miembros del cuerpo diplomático, quienes compartieron un vino de honor después de la misa.
El embajador argentino ante la Santa Sede, Rogelio Pfifter, señaló que “no nos hemos salido ni nos saldremos jamás del camino de la paz porque somos países hermanos” y por su parte el embajador de Chile ante la Santa Sede, Mariano Fernández Amunátegui, indicó que “después de este tiempo difícil se abrió un camino de paz que consolidaron los gobiernos democráticos, terminamos psicológicamente con rivalidades y hoy funcionamos bien en muchas cosas como lo demuestra el turismo entre los dos países”.
El cardenal Antonio Samoré representó al papa san Juan Pablo II en la mediación de 1978 sobre la pertenencia de las islas y territorios marinos al sur del canal Beagle entre la Argentina y Chile, que concluyó en el Tratado de paz y amistad de 1984, gracias al cual se superó el peligro inminente de una guerra entre los dos países. El tratado fue firmado ante el secretario de Estado de la Santa Sede, cardenal Agostino Casaroli.+
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