El cardenal Desmond Connell nació el 24 de marzo de 1926 en Phibsboro, Irlanda, ordenado sacerdote el 19 de mayo de 1951 por el arzobispo John Charles McQuaid. Graduado en Literatura en la University College Dublin y teología en Maynooth, donde obtuvo el doctorado en 1950. Posteriormente en la Universidad de Lovaina, Bélgica, se graduó en Filosofía. A partir de 1953 trabajó en el Departamento de Metafísica de la UCD (University College Dublin). En 1972 se convirtió en profesor de metafísica general y decano de la Facultad de Filosofía y Sociología en 1983 y reelegido tres años más tarde. Autor de varias obras sobre cuestiones filosóficas y teológicas. En 1981 por sus publicaciones fue galardonado con el título de Doctor en Letras por la Universidad Nacional de Irlanda.
El 21 de enero de 1988 fue nombrado por el papa Juan Pablo II, arzobispo de Dublín. Recibió la ordenación episcopal el 6 de marzo. En el consistorio del 21 de febrero de 2001 fue creado y proclamado cardenal por Juan Pablo II, con el título de San Silvestre in Capite.
Desde el 26 de abril de 2004 es arzobispo emérito de Dublín. Participó en el cónclave del mes de abril de 2005 que eligió a Benedicto XVI.
Entre sus trabajos y publicaciones están: The Vision in God: Malebranche's Scholastic Sources (Lovaina, 1967) (La visión de Dios: Fuentes de la escuela de Malebranche), Essays in Metaphysics (Dublín, 1996) (Ensayos sobre metafísica), Christ our Life (Dublín 1995) (Cristo, nuestra vida) y varios artículos sobre filosofía y teología.
El cardenal Connell debió hacer frente al escándalo de los casos de abuso por parte de sacerdotes de la arquidiócesis después que un documental de RTÉ Prime Time en octubre de 2002 expusiera los casos de abuso de ocho sacerdotes. El purpurado publicó una declaración tras el programa en la que aceptó a las víctimas de abuso sexual por parte del clero y expresó que había sufrido una “terrible traición”.
El Informe Murphy 2009 encontró que él había manejado las denuncias de abuso sexual infantil “mal” y fue “lento para reconocer la gravedad de la situación”. Sin embargo, lo elogió por poner a disposición de las autoridades los registros y nombres de 17 sacerdotes que habían sido acusados de abuso.+
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