Buenos Aires (AICA): María Otilia Sainz, quien fue por años la secretaria personal de Jorge Bergoglio, murió el 21 de febrero, a los 80 años, tras una larga enfermedad en un sanatorio de Buenos Aires, pocas horas después de que los médicos le permitieron regresar a su casa tras una mejoría. El deceso de Otilia causó profundo pesar a las personas que la conocieron sentada detrás del escritorio del segundo piso de Rivadavia 415, donde recibía los llamados y los pedidos de audiencia para el hoy papa Francisco. La misa de exequias fue presidida por el cardenal Mario Aurelio Poli.
María Otilia Sainz, quien fue por años la secretaria personal de Jorge Bergoglio, murió el 21 de febrero, a los 80 años, tras una larga enfermedad en un sanatorio de Buenos Aires, pocas horas después de que los médicos le permitieron regresar a su casa tras una mejoría.
El deceso de Otilia causó profundo pesar a las personas que la conocieron sentada detrás del escritorio del segundo piso de Rivadavia 415, donde recibía los llamados y los pedidos de audiencia para el hoy papa Francisco.
De bajo perfil, esta mujer, muy querida por el personal de la curia porteña, tuvo contacto con presidentes, dirigentes políticos, sacerdotes, referentes sociales de las villas de emergencia y tantos otros que visitaban a Bergoglio.
Otilia fue despedida por familiares, amigos y personas que la conocieron en el marco de una misa de exequias que presidió el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, en la parroquia Nuestra Señora de Itatí, del barrio porteño de Almagro.
Los restos de quien fue la secretaria histórica de Bergoglio fueron inhumanos el miércoles 22 de febrero en el cementario de la Chacarita.+
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