Protección, integración y soluciones duraderas, pidió el Papa ante los fenómenos migratorios
El papa Francisco comenzó su discurso tomando el tema del Foro: “Integración y Desarrollo: de la reacción a la acción” y señaló que “no se puede leer los retos actuales de los movimientos migratorios contemporáneos y la consolidación de la paz, sin incluir el desarrollo y la integración” y recordó que con este fin he creado el Departamento para el Desarrollo Integral de Servicios Humanos, donde una sección se ocupa específicamente de los migrantes, refugiados y víctimas de la trata.
El pontífice recordó que en todos los tiempos hubo migraciones, “no son un fenómeno nuevo en la historia humana”, y en cada época favorecieron “al encuentro entre pueblos y al nacimiento de nuevas civilizaciones”, pero “desafortunadamente”, dijo Francisco, “en la mayoría de los casos hoy “se trata de desplazamientos forzados causados por los conflictos, los desastres naturales, la persecución, el cambio climático, la violencia, la pobreza extrema y las condiciones de vida indignas”.
Sobre este particular el pontífice dijo que “los flujos migratorios contemporáneos constituyen el mayor movimiento de personas, si no de los pueblos, de todos los tiempos”.
¿Cómo responder a este desafío? se preguntó el Santo Padre y seguidamente señaló que “nuestra respuesta común la podríamos articular en torno a cuatro verbos: acoger, proteger, promover e integrar”.
Sobre el primero de los verbos: “acoger”, el Papa dijo que “hay una marcada actitud de rechazo que no mira al prójimo como un hermano para ser aceptado, sino como “un competidor, en un sujeto a dominar” y señaló Francisco que en la raíz de esta actitud “está el egoísmo amplificado por la demagogia populista” y señaló que es necesario “un cambio de actitud, superar la indiferencia y los temores por una actitud de “acogida generosa con los que llaman a nuestras puertas”.
El segundo de los verbos “proteger”, explicó el obispo de Roma, es importante “la experiencia de la migración a menudo hace que las personas sean más vulnerables a la explotación, el abuso y la violencia”.
El pontífice subrayó que “la defensa de los derechos inalienables, garantías de las libertades fundamentales y el respeto de su dignidad son derechos de los que nadie puede estar exento” y añadió “proteger a estos hermanos y hermanas es un imperativo moral que debe concretarse mediante la adopción de instrumentos legales, nacionales e internacionales, claros y pertinentes y tomar decisiones justas y políticas con visión de futuro”.
En tercer lugar el Papa explicó que “proteger no es suficiente, tenemos que promover el desarrollo humano integral de los migrantes, refugiados y personas desplazadas”. “El desarrollo humano de los migrantes y sus familias –señaló- comienza a partir de la comunidad de origen, donde se debe garantizar, junto con el derecho a emigrar, también el derecho a no emigrar, a saber, el derecho de encontrar en su hogar las condiciones que le permitan la realización de una existencia digna”.
Por último “integrar”, que es “proceso bidireccional, explicó el Santo Padre y “que se basa esencialmente en el reconocimiento mutuo de la otra riqueza cultural: no en el avasallamiento de una cultura, e incluso el aislamiento mutuo, con el riesgo nefasto como peligroso de la ‘guetización’”.
En este proceso de integración señaló el pontífice “nunca se debe descuidar la dimensión familiar” y subrayó que “me siento obligado a reiterar la necesidad de las políticas que promueven la reunificación familiar y con respecto a los pueblos indígenas, se los debe ayudar, sensibilizando adecuadamente y disponiéndolos de manera positiva a los procesos de integración, esencial e indispensable para el futuro”.
“Creo que la combinación de estos cuatro verbos –concluyó el Papa- en primera persona del singular y la primera persona del plural, en la actualidad representa un deber, el deber de hermanos y hermanas que, por diversas razones, se ven obligados a abandonar su lugar de origen: un deber de justicia, de civismo y solidaridad.”
Concluyó su reflexión el papa Francisco pidiendo a los participantes del Foro de Migración que presten atención “a un grupo particularmente vulnerable entre los migrantes: los niños y adolescentes que se ven obligados a vivir lejos de su tierra natal y se separan de la familia”. El pontífice recordó que a este tema está dedicado el reciente Mensaje para la Jornada Mundial del Emigrante y Refugiado, haciendo hincapié en que “hay que centrarse en la protección, integración y soluciones duraderas”.+
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