Con no pocas dificultades sea por las lluvias, las distancias -casi 300 kilómetros de la sede diocesana- y por caminos de tierra, los jóvenes entraron al monte chaqueño y residieron en el antiguo convento franciscano, recuerdo de las primeras misiones en esa zona donde habitan mayormente comunidades aborígenes de la etnia Wichi.
Cada mañana se inició con un momento de oración y la celebración de la misa. Seguidamente, los misioneros visitaron a las familias con las que compartieron momentos de catequesis y, durante las tardes, un retiro espiritual en la capilla del convento.
El presbítero Gallarato y el diácono Segovia desarrollaron un itinerario de temas que ayudó a los presentes a vivir una experiencia del amor de Dios y del compromiso cristiano. También, durante todos los días, tanto los jóvenes como los adultos pudieron acercarse para hablar con el sacerdote y recibir el sacramento de la Reconciliación.
El último día de misión, se celebró una Eucarística con toda la comunidad y se realizaron bautismos. Varios misioneros manifestaron su alegría y destacaron que era la primera vez que vivían esta experiencia de misión, ya que la mayoría proviene de grandes localidades. Otros se mostraron conmovidos por las necesidades tanto espirituales como materiales que padece esa gente y los desafíos que presentan esas zonas, sea las largas distancias que deben recorrer para llegar a los centros de salud, la precariedad de los medios de transporte, como la falta de comunicación.
Junto a sacerdotes, también se encuentran trabajando en el lugar los Hermanos Maristas con tareas de promoción humana, educación y misión. Además, en los últimos años se sumaron las Religiosas Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena, quienes desarrollan tareas de promoción de la mujer aborigen y otros apostolados en el pueblo y en los parajes.
Los jóvenes que participaron de la misión son varones que mensualmente son parte de los encuentros vocacionales que se desarrollan en el Seminario Diocesano Cura Brochero, de Presidencia Roque Sáenz Peña, en la calle 313, en el barrio Monseñor De Carlo. El próximo encuentro-misión está previsto para el 11 de febrero.+
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