“Agradecidos con Dios, hemos peregrinado hacia el santuario de Nuestra Señora de Luján, para celebrar a nuestra Madre del Cielo: la Virgen de Copacabana, patrona de Bolivia. Porque con María, anunciamos a Jesús, fuente de la misericordia, la misión y la alegría”, expresó el padre Héctor Orozco CS, capellán responsable de la Pastoral Boliviana.
“Los peregrinos llegaron a Luján desde muy temprano cargando sus imágenes”, relató. La actividad comenzó en la cripta, a las 9, con el retiro de la imagen de la Virgen de Copacabana y su veneración. Luego se llevó a cabo el izamiento de las dos banderas y se entonaron los himnos nacionales de ambos países. La misa central se celebró a las 12, y el posterior desfile alcanzó la participación de miles de personas.
La misa de acción de gracias fue presidida por monseñor Gonzalo del Castillo Crespo, obispo castrense emérito enviado por la Conferencia Episcopal Boliviana, y concelebrada por monseñor Hugo Salaberry, obispo de Azul y presidente de la Comisión Episcopal de la Pastoral de Migrantes e itinerantes; monseñor Jorge Eduardo Scheinig, obispo auxiliar de Mercedes-Luján; monseñor Gabriel Barba, obispo de Gregorio de Laferrere, y monseñor Fernando Maletti, obispo de Merlo-Moreno.
“Esta es la Iglesia que peregrina, es la Iglesia en comunión con el Papa, los obispos y sacerdotes, que acompañan al pueblo migrante en sus alegrías y tristezas, en sus angustias y esperanzas, para ofrecerlo a Dios en la mesa de la Eucaristía”, destacó el padre Orozco, quien agradeció “a los sacerdotes y agentes de pastoral por su empeño en esta misión de Iglesia”.
El capellán de Pastoral Boliviana agradeció también a las autoridades y a todas las personas de buena voluntad por su participación y por su esfuerzo para el mejor desarrollo la peregrinación. +
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