El Card. Sandri pidió por una Argentina que integre y no descarte
El purpurado describió los 200 años del país como "años de crecimiento, de marchas y contramarchas, de incomprensiones y de reconciliación, de abundancias y de carencias".
"Por todo ese pasado de logros y dificultades, de luces y de sombras, damos gracias a Dios, respetando el Estado de derecho, respetando la libertad de opinión y de las opciones políticas, la paz, la justicia y la democracia, luchando contra la corrupción y respetando siempre la dignidad de la persona humana", destacó.
El cardenal Sandri recordó que “nuestro futuro promisorio se apoya en la riqueza humana de nuestros mayores, de nuestros conciudadanos, de nuestras familias, en el ánimo de nuestros niños y jóvenes, de nuestros abuelos, empresarios y trabajadores".
El purpurado marcó luego dos momentos de importancia y trascendencia para la historia de Argentina, como fueron el acuerdo de paz con Chile, fruto de la mediación de San Juan Pablo II, por lo que pidió rezar por la hermandad con los pueblos iberoamericanos, y el hecho de que "de nuestro pueblo ha surgido en 2013 el obispo de Roma en la amable figura del papa Francisco”.
¿Cómo no ver en su figura que Dios ilumina nuestra Patria?", interpeló y evocó a la Virgen de Luján, patrona nacional, y al beato Cura Brochero, que será proclamado santo en octubre próximo.
La misa por el bicentenario patrio, presidida por el cardenal Sandri, fue concelebrada por el canciller de la Pontificia Academia de Ciencias, el obispo Marcelo Sánchez Sorondo; el encargado de protocolo, monseñor Guillermo Karcher, y el secretario privado del papa Francisco, presbítero Fabián Pedacchio, entre otros.
La celebración eucarística de acción de gracias fue organizada por las embajadas argentinas ante la Santa Sede, ante Italia y ante la organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).+
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