Algunos medios desprecian y combaten a la Iglesia, dijo Mons. Aguer
“Como ustedes saben, queridos amigos -comenzó diciendo el prelado platense-, hace muy poco celebramos en Tucumán el Congreso Eucarístico Nacional, casi en coincidencia con el Bicentenario de la Independencia. Precisamente se eligió la ciudad de San Miguel de Tucumán para relacionarlo con la fecha y el lugar históricos”.
La reflexión del arzobispo, expresada en un estilo directo, franco y sin empleo de metáforas, prosiguió en los siguientes términos:
“A mí me llamó la atención porque ese acontecimiento fue algo extraordinario. En el acto final, en la Misa de Clausura, había unas trescientas mil personas, pero notablemente los medios de comunicación no le llevaron el apunte. En algunos diarios un cuadradito pequeño nomás. Prácticamente no han dicho nada, como si no hubiera existido y fíjense en cambio que este asunto del convento que no es convento, de las monjas que no son monjas y de los bolsos que en lugar de tener comida tenían dólares, todo el tiempo, todo el tiempo, nos lo refriegan por las narices. ¿Que fue un papelón? Sí, fue un papelón. Hay que investigar qué ocurrió, por qué y cómo; de eso se está ocupando la justicia”.
“Pero ¿por qué esa diferencia? ¿Por qué cuando trescientas mil personas se reúnen para adorar a Jesucristo presente en la Eucaristía no lo destacan y casi ni lo mencionan? Esto lo digo por no hablar de otros temas, porque ocurre con frecuencia respecto de las cuestiones que se refieren a la Iglesia”.
“No quiero caer en una teoría de la confabulación, pero me parece que algunos medios de comunicación desprecian a la Iglesia o la combaten con los artificios que ellos saben usar, y que usan muy bien. Muchas veces con la mentira. Sí, hay medios que mienten, y mienten de ese modo tan delicadamente periodístico, como es el de poner unos u otros acentos en la noticia, que equivalen muchas veces al escamoteo de la verdad. Entonces podemos decir que también hay periodistas que mienten o periodistas que no dicen toda la verdad, o que en el modo de redactar hacen entender tal o cual cosa, que no es lo correcto”.
“Pensemos por ejemplo en los periodistas que se dedican a las cuestiones religiosas. Yo recuerdo que, hace años, en el diario La Nación, Bartolomé De Vedia tenía una columna semanal titulada “Actualidad Religiosa” que era un modelo de ecuanimidad. En cambio hoy, algunos conocidos periodistas que se dedican a las cuestiones religiosas de la Iglesia Católica son en realidad especialistas en “chismes eclesiásticos” y siempre están buscando oponer a un obispo contra otro, que éste dijo esto y que aquel dijo esto otro. ¿Eso es la verdad? ¿Eso es sinceridad? ¿Eso es informar correctamente? ¿Eso es periodismo en serio?”.
“Uno con los años sabe ya cómo interpretar todo eso, pero lo digo para que ustedes, amigos televidentes, piensen también un poquito en cómo hay que interpretar lo que leemos, lo que escuchamos en televisión, lo que oímos en la radio. Ellos hablan y hablan y hablan y me pregunto: ¿saben de lo que hablan? No hay duda de que existen periodistas excelentes, que estudian y escriben o hablan con ecuanimidad”.
En la última parte de su reflexión monseñor Aguer expresó: “Volviendo al tema de la Iglesia, ¿no habrá intencionalidad en esto de dejar que el Congreso Eucarístico pasara inadvertido? Miren: San Francisco de Sales es el Patrono de los Periodistas y yo pienso qué trabajo debe tener. San Francisco rogá para que no macaneen. Y a San Maximiliano Kolbe, que es el Patrono de los Periodistas Católicos y a quien celebramos el 14 de agosto, también pidámosle que nos ayude para que los periodistas católicos sepan de lo que hablan, estudien teología, conozcan a la Iglesia y si no, que se callen la boca”.+
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