En su homilía, el obispo recordó la labor del presbítero José Czerepak, quien fue el pionero de la construcción de la casa parroquial, y falleció hace cinco años con la firme convicción de que la parroquia era necesaria porque sería “la única manera de que un sacerdote pueda vivir en la comunidad”.
El prelado definió a este gran paso que efectúa la Iglesia diocesana como una “corajeada”, porque la comunidad es pequeña y las necesidades son muchas, pero aseguró que “es un paso que damos en la fe, sabiendo que el Buen Pastor no nos suelta de su mano y además, como un gesto de reconocimiento a un sacerdote diocesano que lo dio todo”, continuando la siembra y cuidando la herencia del padre José.
Dirigiéndose al padre Fabián, el obispo indicó: “No estás solo, sino rodeado de numerosos testigos de la fe que fueron fieles hasta el fin y recibieron la corona de la gloria”. Como ejemplos, mencionó al padre José, quien “no se quedó en las seguridades de la orilla, remó mar adentro”; al santo Cura de Ars, patrono del seminario donde el nuevo administrador parroquial ha recibido la formación inicial; y al santo Cura Brochero, cuyas reliquias están incrustadas en el altar de la parroquia, de quien recordó el espíritu misionero con el que transformó la parroquia inmensa de Traslasierra.
En el día de su fiesta, monseñor Bitar recordó a San Juan Bosco, quien orientó su ministerio sobre todo a los jóvenes, “y con creatividad pastoral, mucha oración y mansedumbre realizó una obra increíble, que se extiende en todo el mundo a través de la familia salesiana”.
El obispo recomendó al padre Szyszkowski que procure dejarse provocar e inspirar fundamentalmente en aquello que marcó a todos los testigos de la fe: “Tuvieron la mirada fija en Jesús, el crucificado resucitado, la mano en el arado y no miraron hacia atrás. Fieles hasta el fin, venga lo que venga”, y le indicó que ahí debe estar puesta su mirada y su corazón, para que tenga un ministerio fiel.
“Hoy encomendamos tu ministerio por intercesión de estos testigos de la fe, para que seas un buen pastor del pueblo de Dios estando delante, para mostrar el camino, detrás para alentar y acompañar a los que tienen otro ritmo, y en medio como un bautizado más, un hermano más…que también debe lucharla como todos para ser fiel”, concluyó el prelado, animando al sacerdote a poner el acento en la familia, los jóvenes y las vocaciones, y a soñar “con una parroquia que sea casa de todos, oasis de misericordia y hospital de campaña”.+
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