El prelado consideró que es “fundamental generar y alentar un estilo de liderazgo centrado en el servicio al prójimo y al bien común”, al subrayar que “todo líder, para llegar a ser un verdadero dirigente ha de ser ante todo un testigo”.
“El testimonio personal, como expresión de coherencia y ejemplaridad hace al crecimiento de una comunidad”, sostuvo, y agregó: “Necesitamos generar un liderazgo con capacidad de promover el desarrollo integral de la persona y de la sociedad. No habrá cambios profundos si no renace, en todos los ambientes y sectores, una intensa mística del servicio, que ayude a despertar nuevas vocaciones de compromiso social y político”.
Monseñor Martínez alentó a los líderes de las organizaciones de la sociedad a participar en “la reorientación y consiguiente rehabilitación ética de la política”, y les pidió que “se esfuercen por ser nuevos dirigentes, más aptos, más sensibles al bien común, y capacitados para la renovación de nuestras instituciones”.
“Queremos reconocer con gratitud a quienes luchan por vivir con fidelidad a sus principios como así también a los educadores, comunicadores sociales, profesionales, técnicos, científicos y académicos, que se esfuerzan por promover una concepción integral de la persona humana. A todos ellos, les pedimos que no bajen los brazos, que reafirmen su dignidad y su vocación de servicio constructivo. Uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo es recuperar el valor de toda sana militancia”, concluyó.+
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