“El Presidente de la República -comenzó diciendo el prelado- acaba de enviar al Congreso Nacional un proyecto de ley de “libertad religiosa” que ha sido elaborado sigilosamente en la Secretaría de Culto del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. Y digo sigilosamente porque yo me enteré por casualidad, llamé al director general de Culto Católico, el doctor Luis Saguier Fonrouge, que me dijo que él ignoraba que existiese este proyecto, dato que después me confirmó personalmente”.
“También me enteré -prosiguió- de que la Comisión Permanente del Episcopado lo había considerado y habría dado su aprobación o por lo menos su “nihil obstat”. Yo pienso que un proyecto de ley de “libertad religiosa” debería ser conocido por todos los obispos y debatido en la asamblea plenaria para finalmente requerir el voto libre de todos. Así se procede en las cuestiones importantes, y esta lo es”.
El arzobispo platense afirmó que “esta ley es innecesaria ya que existen disposiciones que tutelan suficientemente la libertad religiosa en la Argentina; además podría ser reprochada de inconstitucional, porque tiende a una igualación de los cultos que contraría el artículo 2° de la Constitución Nacional que dice que el Estado Nacional sostiene al Culto Católico Apostólico Romano. Sostiene no significa que el gobierno le tira unos mangos a los curas sino que quiere decir que apoya, favorece, que privilegia al Culto Católico Apostólico Romano. Históricamente se sabe que los constituyentes, en 1853, eligieron una vía media entre el estado confesional católico y el estado laico, ateo. Por eso esta ley sería inconstitucional y, por otra parte permitiría que pulule una cantidad de sectas incontrolables. También está este proyecto en contradicción con las constituciones de varias provincias”.
“Yo sospecho -continuó su reflexión monseñor Aguer- que esto se debe a la presión de esa numerosa cantidad de “pastores” que no constituyen una iglesia específica. Hay otra cuestión pastoral que nos corresponde a nosotros, obispos, examinar con detenimiento: tendríamos que computar cuántos bautizados en la Iglesia Católica se han hecho evangélicos en los últimos años, y por qué. Se me ocurre una causa: porque los evangélicos les hablan de Jesús a la gente, les hablan de la oración, de la penitencia, de la vida eterna y nosotros estamos demasiado preocupados por asegurar el bienestar temporal de la sociedad argentina. ¿Qué podemos hacer en ese campo por otra parte? ¿Qué apunte nos llevan los que deciden? Sería necesario, de nuestra parte, un examen de conciencia y, probablemente, como conclusión, un mea culpa”.
Monseñor Aguer recordó que “este proyecto de ley de libertad religiosa tiene sus antecedentes; en el año 2001, ¡ya en el año 2001!, le escribí al Secretario de Culto de entonces preguntando por qué se proponía un proyecto semejante. O sea que hace 20 o 30 años que hay un grupo de gente, un grupúsculo de católicos, además, que intenta impulsar una ley de libertad religiosa que perjudica a la Iglesia Católica y por consiguiente será dañina también para la sociedad argentina”.
“Estas cosas -aconsejó el arzobispo de La Plata- habría que ventilarlas claramente y en público, no con trámites casi secretos. No hay nada que ocultar, no habría nada que ocultar. Por otra parte, sabemos cómo se aprueban las leyes en la Argentina, se aprueban a veces inconsultamente, en “paquete”. Y muchas veces los legisladores votan y ni saben lo que votan. Ha ocurrido muchas veces”.
Por último monseñor Aguer manifestó que “como obispo, tengo la obligación de decir que las cosas son así y me parece muy bien que ustedes, amigos televidentes, se enteren de que las cosas son así y que también piensen lo que significa para la sociedad argentina el hecho de que la Iglesia Católica ocupe el lugar que históricamente ha venido ocupando. Los fieles católicos tienen derecho a estar debidamente informados acerca de cuestiones fundamentales que hacen a la vida de la Iglesia. El papa Francisco se ha referido, en diversas ocasiones, a la importancia de oír qué piensa el pueblo de Dios. Las minorías ilustradas no deben dejarlo en ayunas”.+
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