“Son muchas las personas que, seducidas con falsas promesas por las redes de trata y tráfico de personas, quedan atrapadas con fuertes cadenas en la prostitución, en las redes laborales, en el trabajo esclavo, en la explotación sexual en el turismo o sufren la extracción de órganos, entre algunas de sus formas más aberrantes”, advirtió.
“Son muchos los hogares que padecen la angustia cotidiana por la desaparición de sus seres queridos, sustraídos por los traficantes de la vida”, sostuvo en un mensaje en vísperas del Día Mundial de Lucha contra la Trata, que se conmemora el 30 de julio.
La Comisión citó palabras pronunciadas por el cardenal Jorge Bergoglio, hoy papa Francisco, durante una misa en la Plaza Constitución en septiembre de 2011: “Señor, te pedimos que mires esto, cambiales el corazón a estos esclavistas. Estos que entran en la ciudad abierta a ver qué pueden saquear, qué vida pueden anular, qué niños pueden vender, qué familia pueden destruir, qué mujer pueden explotar”.
“Hagamos nuestra la lucha de la prevención y tengamos miradas atentas y gestos solidarios que faciliten soluciones concretas, justas y duraderas hacia aquellos que sufren este drama. El Señor nos enseñe a ser compasivos con estas personas y a caminar con ellos”, concluyó.
Texto del mensaje
El próximo domingo 30 de julio es el Día mundial de Lucha contra la Trata. Como Comisión Episcopal de Migrantes e Itinerantes nos toca muy de cerca esta problemática que atropella a los más vulnerables de nuestra sociedad, sobre todo a los migrantes.
Son muchas las personas que, seducidas con falsas promesas por las redes de trata y tráfico de personas, quedan atrapadas con fuertes cadenas en la prostitución, en las redes laborales, en el trabajo esclavo, en la explotación sexual en el turismo o sufren la extracción de órganos, entre algunas de sus formas más aberrantes. Son muchos los hogares que padecen la angustia cotidiana por la desaparición de sus seres queridos, sustraídos por los traficantes de la vida.
“Señor, te pedimos que mires esto, cambiales el corazón a estos esclavistas. Estos que entran en la ciudad abierta a ver qué pueden saquear, qué vida pueden anular, qué niños pueden vender, qué familia pueden destruir, qué mujer pueden explotar”. (Palabras del Card. Jorge Bergoglio, en la Est. Constitución, septiembre de 2011)
Como sociedad civil a la cual pertenecemos, queremos sumar voluntades y esfuerzos, tomar conciencia de la gravedad y extensión del delito, fortalecer los vínculos educativos, y denunciar esta realidad para erradicarla. Se trata de respetar y hacer que se respete el alto valor de las personas, y la altísima dignidad que Dios le ha otorgado.
A las autoridades de Gobierno, les corresponde una tarea particular: preocuparse, ocuparse y atender este grave problema, con persistencia y seriedad, con leyes y jueces que garanticen la justicia y la protección para las víctimas y sus familias, y la condena a los culpables.
Hagamos nuestra la lucha de la prevención y tengamos miradas atentas y gestos solidarios que faciliten soluciones concretas, justas y duraderas hacia aquellos que sufren este drama.
El Señor nos enseñe a ser compasivos con estas personas y a caminar con ellos.+
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