Mons. Lozano y lo importante de tener amigos con todas las letras
Tenemos cientos o miles de amigos en el Facebook (y con algunos hace años no nos vemos, o apenas compartimos un lugar de nacimiento, de estudio, de trabajo en algún momento ). Hay publicidades o tratos comerciales que nos designan de ese modo cercano. También organizamos grupos de amigos del Hospital o amigos del Club , reflexionó en su columna semanal.
El prelado afirmó que se ha llegado a utilizarla como una manera de hablar o de decir, pero sin aplicar su significado primitivo más profundo y decidor de una realidad irreemplazable y compartió una reflexión reciente en la que el papa Francisco dice que la palabra amigo, cuando es Jesús el que la usa, indica una verdad incómoda: Hay verdadera amistad sólo cuando el encuentro me implica en la vida del otro hasta el don de mí mismo.
Jesús libera a la amistad del sentimentalismo y nos la entrega como un compromiso de responsabilidad que implica a la vida: Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos, completó la cita del pontífice.
El arzobispo sostuvo que el amor confidente nos refiere a la experiencia de intimidad que se abre sin reservas y sin miedos a ser manipulados. Nos deja a la intemperie confiando en que el amigo cuida de nosotros. Y al liberarnos del sentimentalismo nos compromete en la fidelidad a toda prueba, que no está sometida a las variaciones de humor o las ganas.
Y volvió a citar al Papa: Por lo tanto, se es amigos sólo si el encuentro no permanece exterior o formal, sino que se convierte en compartir el destino del otro, compasión, implicación que lleva hasta donarse al otro.
Es por eso que nos hace bien pensar en lo que hace un amigo: se pone al lado con discreción y sensibilidad en mi camino; me escucha profundamente, y sabe cómo ir más allá de las palabras; es misericordioso con respecto a los defectos, está libre de prejuicios; sabe compartir mi recorrido, haciéndome sentir la alegría de no estar solo; no siempre me respalda, pero, precisamente, porque quiere mi bien, me dice sinceramente lo que no comparte; está dispuesto a ayudarme, a volverme a levantar cada vez que caigo, agregó.
Monseñor Lozano aseguró que Jesús tenía muy buenos amigos y disfrutaba de estar con ellos. En los evangelios se destaca de modo especial a los tres hermanos Lázaro, Marta y María, que vivían en Betania, un pequeño pueblo cerca de Jerusalén. Allí el Maestro acudía para descansar llegando sin avisar con algunos de sus discípulos después de algunas de las salidas misioneras.
A veces pienso qué sería de nosotros sin los amigos. ¡Qué arduas las luchas y qué apagadas las alegrías!, concluyó.+
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