Las conmemoraciones, que contaron con la presencia del presidente de Francia, Emmanuel Macron, comenzaron con un minuto de silencio a las 9, hora exacta en la que el padre Hamel, de 85 años, fue apuñalado y luego degollado.
"Hoy, recordamos a un cura que sigue velando por nosotros", expresó monseñor Lebrun al iniciar la celebración eucarística, y sostuvo: “No, el odio no ha triunfado y no triunfará".
El presidente Macron pronunció un discurso en plena misa, en el que aseguró que "el rostro de Jacques Hamel se ha convertido en el rostro del rechazo a la cultura de la muerte y al terrorismo arrogante".
"Al pie de su altar, los dos terroristas pensaron probablemente que levantarían entre los católicos de Francia una sed de venganza y de represalia, pero fracasaron", manifestó el jefe de Estado, y agradeció a la comunidad del lugar por haber dado "ejemplo" convirtiéndose en "artífices de la paz" y no de venganza.
Además del presidente Macron, del primer ministro Edouard Philippe y del ministro del Interior Gérard Collomb, asistieron a la misa representantes de la comunidad musulmana.
Tras la celebración eucarística, se inauguró un "monumento republicano a favor de la paz, la fraternidad y la memoria" cerca del templo donde fue asesinado el padre Hamel.
El 22 de abril de este año, el Papa participó de la liturgia de la Palabra en memoria de los “nuevos mártires” de los siglos XX y XXI, en este santuario confiado a la Comunidad de San Egidio.
El 13 de abril de 2017, inició el proceso de beatificación del padre Hamel, gracias a que Francisco otorgó una dispensa del término habitual de cinco años necesarios, después de la muerte de una persona, para abrir la causa de beatificación.+
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