"Me dejaré guiar por el Espíritu. Este viaje, entiendo, despierta interés en la opinión pública. Construir puentes, en el caso de Rusia, es compartir relaciones bilaterales que ya existen y que tocan la actividad de la Iglesia católica y el diálogo con la Iglesia ortodoxa", dijo en declaraciones a un programa especial sobre el Papa que emitió la RAI.
"Pero no se podrá no afrontar el contexto de actividades internacionales donde Rusia tiene una activa presencia, como el tema de Medio Oriente, Siria, o Ucrania, países en los que estuve el año pasado", sostuvo.
El purpurado destacó que "la misión del Papa, más que nunca, es la de encontrar al hombre y a todos los hombres a la luz del Evangelio, derribando los muros de la indiferencia. Hacer crecer nuevos espacios de encuentro y colaboraciones, partiendo de los últimos, de las situaciones de pobreza material y espiritual".
"La actividad de la diplomacia de la Santa Sede está profundamente insertada en este contexto. Una actividad diplomática que el papa Francisco quiere insertada en la realidad de este mundo donde está lo bueno y lo bello, pero también el mal y hace falta trabajar por la paz, la Justicia y el desarrollo", propuso.
Francisco recibió a Putin en el Vaticano en noviembre de 2013 y en junio de 2015.
A comienzos de este año, consultado por el diario alemán Die Zeit por un posible viaje a Rusia, el pontífice aseguró que no lo tenía previsto en agenda porque si no "debería ir también a Ucrania".+
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