Mons. Torrado Mosconi: Domingo de Guzmán, un hombre de comunión y misionero
Por la tarde, frente a la catedral que lleva el nombre del santo, las celebraciones continuaron con una apertura musical a cargo de las bandas municipal y la sinfónica de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
Luego comenzó la caravana de automóviles y bicicletas, acompañada por el obispo de Nueve de Julio, monseñor Ariel Torrado Mosconi.
La procesión tuvo su primera estación en la parroquia Nuestra Señora de Fátima y desde allí se trasladó la imagen de la Virgen bajo esa advocación mariana, también patrona de la ciudad, hacia la capilla del Sagrado Corazón, donde permanecerá custodiada hasta tanto se inaugure el futuro santuario, previsto para el 13 de octubre próximo.
Tras la suelta de palomas, monseñor Torrado Mosconi presidió la celebración eucarística en honor del santo, cuyo lema fue: “Te seguiré a donde vayas”. Concelebraron el párroco de la catedral Santo Domingo de Guzmán, presbítero Guillermo Gómez y otros sacerdotes de la diócesis.
Monseñor Torrado Mosconi centró su homilía en tres conceptos fundamentales: la búsqueda de la verdad; la comunión entre hermanos y la misión que tiene cada uno como cristiano.
El prelado destacó la figura de Santo Domingo de Guzmán “como ejemplo de búsqueda de la verdad, de hombre de comunión y misionero a través de la predicación a los pueblos que no conocían a Jesucristo”.
El prelado también se refirió a que en estos tiempos “pareciera que cada vez interesa menos la verdad y donde algunos suelen hablar de la época de la pos verdad… Sin embargo, debemos dejarnos guiar por Santo Domingo que nos enseña que para los creyentes la verdad no es una idea, sino una Persona, Jesucristo”.
“Santo Domingo también nos enseña a vivir en comunión. No podemos llevar adelante ninguna empresa buena en la vida viviendo encerrados en nosotros mismos y en nuestros propios intereses. Cuanto necesitamos que podamos experimentar la necesidad del hermano, que seamos capaces de estar atentos y a tender nuestra mano. Esto nos debe interpelar a los nuevejulienses para crecer en el espíritu comunitario, para valorar el ser vecinos y para no pasar indiferentes ante quien tengo a mi lado”, sostuvo.
Por eso, el obispo expresó: “Debemos reconocernos como hermanos y como comunidad. Debemos re-aprender a sentirnos en comunión y aprender a superar aquellas realidades que nos llevan a la división, a la discordia y, a lo que es peor, a la indiferencia”.
Monseñor Dus se refirió a la misión de anunciar a Cristo que tiene hoy todo cristiano y la Iglesia en general.
“Desde nuestra diócesis, al cumplir sus sesenta años, quisimos renovar también el espíritu misionero…Y estamos saliendo a las periferias, no sólo a las geográficas, sino a aquellas que hemos dejado alejar de Cristo. Aquí, en Nueve de Julio lo hacemos a través de la carpa misionera. Así salimos a los barrios y anunciamos la Buena Noticia de Jesús, en comunión y también con un trabajo misionero ecuménico con otros hermanos cristianos”, concluyó.
La jornada en honor del patrono de la ciudad finalizó con un festival de música variada en las puertas del templo, con chocolate y tortas fritas.+
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