Mons. Olivera se refirió a la corrupción y pidió rezar por la conversión de nuestra Patria

Mons. Olivera se refirió a la corrupción y pidió rezar por la conversión de nuestra Patria

San Miguel de Tucumán (AICA): “No es indiferente tanta plata escandalosamente en unos pocos frente a tanta necesidad para muchos. Por eso, como cristianos y creyentes invito a que en todas nuestras comunidades se rece por la conversión y la salud espiritual de nuestra Patria”, expresó el obispo de Cruz del Eje, Córdoba, monseñor Santiago Olivera quien se encuentra en San Miguel de Tucumán participando del Congreso Eucarístico Nacional.

“No es indiferente tanta plata escandalosamente en unos pocos frente a tanta necesidad para muchos. Por eso, como cristianos y creyentes invito a que en todas nuestras comunidades se rece por la conversión y la salud espiritual de nuestra Patria”, expresó el obispo de Cruz del Eje, Córdoba, monseñor Santiago Olivera quien se encuentra en San Miguel de Tucumán participando del Congreso Eucarístico Nacional.

“Frente a la situación que vive el país –reflexionó el obispo de Cruz del Eje- y las distintas constataciones de hechos de corrupción de miembros que gobiernan y han gobernado nuestro país y también frente al corazón del hombre que podemos caer en hechos de corrupción, los invito a que recemos vivamente por la conversión de aquellos que siguen caminos equivocados y afectan el bien de nuestro país y de nuestra gente”.

Asimismo el prelado invitó a “rezar por la Justicia y los jueces para que con valentía, independencia y transparencia busquen de verdad la Justicia porque la Justicia es legítima o no es Justicia, no puede haber apelo a la Justicia ilegítima de algunos jueces, algunos fiscales, algunos abogados sino que la Justicia es Justicia”.

Monseñor Olivera recordó lo que señala el último documento del episcopado argentino, -“Bicentenario de la Independencia”: “Un gran flagelo en contra de la construcción del bien común es el de la corrupción, en los ámbitos privados y públicos. La corrupción no es solo un problema personal que atañe al corrupto, sino que alcanza al conjunto de la sociedad, ya que algunos bienes que deben estar puestos al servicio de todos, terminan ilegítimamente sujetos a la voluntad y goce de unos pocos”.

Finalmente el obispo termina su reflexión citando otro párrafo del documento episcopal que advierte que la invitación del papa Francisco a vivir el Año de la Misericordia con actitud de conversión también es una llamada destinada “a todas las personas promotoras o cómplices de corrupción”, añadiendo que “esta llaga putrefacta de la sociedad es un grave pecado que grita hacia el cielo pues mina desde sus fundamentos la vida personal y social. La corrupción impide mirar el futuro con esperanza porque con su prepotencia y avidez destruye los proyectos de los débiles y oprime a los más pobres. Es un mal que se anida en gestos cotidianos para expandirse luego en escándalos públicos”.+

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