El card. Damasceno Assis consagrará el templo salteño Nuestra Señora de Aparecida
El párroco, presbítero Martín Farfán invitó a la comunidad de Vaqueros a compartir esta fiesta de fe que consideró como “una caricia de Dios”.
El padre Farfán explicó el significado de la dedicación del templo: “Es dedicarle a Dios el fruto de lo que hicimos estos cinco años, que el Señor reciba el esfuerzo, el sacrificio y las lágrimas de lo vivido en este tiempo, le entregamos su casa, ¡qué felices nos hace ofrecerle su casa y, a la vez, nuestra casa!”, expresó a la prensa local el sacerdote.
Sobre la celebración del domingo, que comenzará a las 18, el párroco explicó que tendrá “muchos signos y gestos”, entre ellos, “se entregará un libro de oro al cardenal Damasceno Assis con las memorias de estos años, seguidamente se abrirán las puertas y se ingresa al templo, que primero estará a oscuras para luego iluminarse para celebrar la Eucaristía. Después de la misa se compartirá una comida fraterna acompañada con buena música”.
El sacerdote destacó lo festivo y significativo para la comunidad, la visita del cardenal brasileño. “Es una caricia de Dios, una cercanía de la iglesia para todos nosotros, estamos cerca del corazón de la Virgen de Aparecida, nos hace una iglesia cercana”, manifestó.
La comunidad de Vaquero “está feliz, a pesar de los momentos difíciles, la realidad que nos duele, el bien siempre está por encima cuando trabajamos juntos y en equipo y así poder ver estas cosas hermosas que Dios mueve, y nos ofrece, fruto de la fe”, concluyó el padre Martín.
Un templo de todos
Donde se emplaza el flamante templo de Nuestra Señora Aparecida, en el corazón de Vaqueros, hace cinco años no había más que tierra y pastizales. La devoción, el compromiso y la energía mancomunada hicieron posible la edificación a pulmón de este lugar sagrado donde acuden con orgullo a cultivar el espíritu los vecinos de la zona norte de la capital y de las localidades aledañas a Vaqueros.
En el lugar, hace cinco años, comenzaron unos cuantos vecinos a rezar bajo el cielo de la mano del sacerdote Martín Farfán y hoy más de 800 niños de entre 4 y 12 años hacen la catequesis en este templo, y un grupo de jóvenes se reúne allí los domingos para misionar.
El padre Martín destacó que “desde hace cinco años esta obra nunca se detuvo, esto es el gran milagro de la solidaridad, la revolución del compromiso y de la generosidad. Muchos son los que se acercaron y nos dieron una mano, tiempo, talentos, gestión y dinero. Hay muchas personas detrás de este proyecto hecho realidad, hay mucho esfuerzo y, por qué no, mucho sufrimiento y dolor”.
Sobre los recuerdos del inicio de esta gran obra, el padre Farfán contó que “hace cinco años esto era solo una porción de tierra. El arzobispo Mario Cargnello, conocedor de la zona, vio la necesidad de una mayor atención pastoral para Vaqueros, Lesser, Yacones y alrededores. Por eso decidió crear la parroquia de la Resurrección del Señor y de Nuestra Señora Aparecida.
“Mirando hacia atrás –concluyó el párroco Farfán- veo un pequeñísimo grupo de personas emprendedoras, con mucha fe y con ganas de generar, no solo un espacio religioso sino un lugar de encuentro, de promoción integral de la persona, una casa común, un lugar de todos, un lugar donde nos encontramos con nosotros mismos, con el hermano y con Dios”.+
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