Mons. Fenoy: “Ser sacerdote es tener un amor paternal”
Acompañado por familiares, amigos, compañeros del Seminario Mayor Santa María, y numerosos sacerdotes del clero diocesano, Germán Bovino fue ordenado sacerdote y el lema que eligió para su ordenación fue: “Hijo mío, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo”.
“Ser sacerdote es tener un amor paternal, tierno, fuerte, como un esposo, como un padre”, le dijo el arzobispo al neopresbítero, y agregó: “No se puede seguir a Jesús sin fuego en el corazón. No se puede seguir a Jesús con un corazón apagado. Este es el momento más hermoso para ser sacerdote. Que cada día de tu vida puedas sentir esto”.
Finalmente, invocó a la Virgen: “Que María de Guadalupe nos regale la dulce alegría de evangelizar y el don de ser padres, cercanos a la gente y misericordiosos”.
Por su parte, el neopresbítero expresó: “Doy gracias a Dios, y a todos los que fueron instrumento suyo para que yo pudiera experimentar su amor, especialmente a mi familia y a mis amigos. A los que con su consagración alimentaron mi amor y mi esperanza. A los que me sostuvieron con la oración y la cercanía”.
Luego agregó: “El ministerio no es un honor ganado, sino un don inmerecido. No es para gloria humana, sino para gloria de Dios en el servicio pobre a Él y a todos. Como Jesús, el único diácono, que se hizo servidor de todos hasta la muerte, y muerte de Cruz”.
Sus primeras misas serán el sábado 14 de diciembre a las 8, en el carmelo de San José y Santa Teresa; el mismo día a las 19, en la parroquia Nuestra Señora de América; y el domingo 15 a las 10 en la parroquia Nuestra Señora del Tránsito.+
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