La iniciativa fue organizada por Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS), la fundación de la Santa Sede que asiste a los refugiados, y contó con la adhesión de Comunión y Liberación, Cáritas Italia, la Comunidad San Egidio, el Movimiento Cristiano de Trabajadores, el Movimiento de los Focolares, entre otros organizaciones.
La tradicional fuente romana, a la que los turistas arrojan monedas con la esperanza de poder volver a la capital italiana, apareció esta tarde teñida de rojo en memoria de los cristianos perseguidos y asesinados.
AIN de Italia advirtió que el acto tuvo como objetivo “llamar la atención sobre el drama de la persecución anticristiana en el mundo”.
“Esperamos ser los precursores de una reacción duradera y concreta en cada lugar con el fin de que los perseguidos del siglo XXI puedan volver a tener, tan pronto como sea posible, un uso efectivo de su derecho natural a la libertad religiosa”, subrayó en su página web.
“La violación sistemática del derecho a la libertad religiosa, sobre todo la de los cristianos, debe convertirse en un tema central en el debate público”, sostuvo la organización vaticana.+
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