Los obispos Barbaro y Montini en las celebraciones del santuario de la Divina Misericordia
Fieles de las comunidades parroquiales de la diócesis, en su mayoría jóvenes, acudieron a venerar la imagen de Jesús Misericordioso durante toda la jornada, que comenzó a las 7 con el inicio de la Tercera Caravana anual de la Misericordia, encabezada por el cuadro peregrino de Jesús Misericordioso.
La caminata comprendió un recorrido de 15 kilómetros, animada con cantos y oraciones. La llegada al santuario fue cerca de las 10 y seguidamente tuvo lugar la primera eucaristía presidida por monseñor Montini.
En la homilía, el obispo auxiliar destacó algunas actitudes de Jesús cuando se encuentra con los apóstoles luego de la resurrección, y recordó que les trae la paz a los apóstoles y no les reprocha su falta de fe y confianza.
Monseñor Montini subrayó que Jesús les dona a los apóstoles el Espíritu Santo, y explicó: “Jesús se da todo, se vacía, a tal punto de donar lo último que tenía soplando sobre ellos su Espíritu Santo”. Y consideró que la actitud de Jesús ante la incredulidad del apóstol Tomás es un signo de misericordia para ser imitado por cada bautizado en los distintos contextos que transitan en la vida cotidiana.
Por la tarde, luego de un momento de adoración eucarística, inició la oración de la Coronilla a Jesús Misericordioso. Seguidamente dio inicio la segunda misa presidida por monseñor Barbaro.
En su homilía, el obispo reflexionó sobre la vida de los primeros cristianos, su alegría de profesar la fe en el Resucitado y celebrarla. Además repasó el encuentro entre Jesús resucitado y los apóstoles y cómo les transmite la misión de perdonar los pecados de los hombres.
En consonancia a un encuentro que monseñor mantuvo con el papa Francisco el pasado 1º de febrero, recordó que el pontífice insistió en la importancia del sacramento de la Reconciliación. “Es a través de la Iglesia y particularmente en la Confesión, como Jesús, confiando en los sucesores de los apóstoles –los obispos y sus colaboradores los sacerdotes- continúa derramando su amor misericordioso a cada uno de sus fieles, perdonando sus pecados y dándoles la gracia y la luz para fortalecer y guiar sus vidas”, aseguró.
Monseñor Barbaro recordó que en este santuario se puede obtener la indulgencia plenaria, peregrinando hasta allí y pasando una de las puertas santas dispuestas en la diócesis por el Año de la Misericordia.
Antes de la bendición, el obispo anunció también que el próximo 13 de mayo será ordenado sacerdote el diácono Ricardo Hernán Blanco, quien lo acompañó en la celebración. Asimismo animó a los fieles a rezar por las vocaciones y pidió a los jóvenes a no tener miedo ante la invitación de Jesús de seguirlo más de cerca y sirviendo al Pueblo de Dios.
El rector del santuario, el presbítero Roberto González, agradeció en sendas eucaristías la presencia de los obispos y de tantos fieles. Agradeció además el esfuerzo y trabajo de los colaboradores del santuario para organizar la celebración, como también el apoyo constante del intendente de Tres Isletas, Ladislao Perduk y las instituciones de la localidad.+
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