Mons. Arancedo: "El seguimiento de Jesucristo no tiene nada de fanatismo"
"El discípulo es llamado a seguirlo sin condicionamientos, desde una entrega hecha con pleno conocimiento y libertad. Para ello es necesario que el seguimiento surja de un encuentro personal con Él", subrayó en su alocución semanal.
El prelado aseguró que descubrir a Jesucristo es el comienzo del discipulado, porque, advirtió, "no se trata solo de un encuentro sino del inicio de lo definitivo".
"En un mundo en el que cuesta entender y aceptar la categoría de lo definitivo, corremos el peligro de hacer de Jesucristo y de la vida cristiana algo 'light', algo líquido que no tiene espesura ni justifica, por lo mismo, un compromiso para siempre", afirmó.
"El seguimiento de Jesús no tiene nada de fanatismo que suprima la libertad, por el contrario, la necesita y exige. La centralidad de su presencia en nosotros no ocupa o desplaza a otro, sino que viene a iluminar el lugar de todos en referencia a su condición de hijo de Dios, como de su vocación trascendente", sostuvo.
Monseñor Arancedo señaló que "comprender esta dimensión de la vida cristiana, que no es solo algo personal sino un testimonio de la presencia de Jesucristo, es la madurez del discípulo", e interpeló:" ¿Comprendemos esto? O, nuestra pertenencia y diálogo con Jesucristo queda en el ámbito privado o de lo secundario, es decir, no es algo que ha calado hondo y define una vida".
"Frente a la persona de Jesucristo y a la radicalidad del llamado a su seguimiento se juega la opción más importante de una vida. Pido al Señor que sepamos ver y decidirnos frente a esta opción", concluyó.+
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